C a p í t u l o X I V

Tauin ( 62 )

KIR Fénix

Manú <144@arrakis.es>

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Discretamente, Upuat dejó a Mut tan satisfecha y a los demás tan interesados en el tema, que nadie notó que se largaba y que dobló por la esquina de la calle inmediata. Ya veremos con quiénes me encuentro ahora en esta ciudad de locos, se iba diciendo conforme caminaba por la acera; y no lejos, las cosas de las novelas y de las películas pasan siempre no lejos, se encontró a Sui, a Net, a Kebhouet y a Shed, que pasaban por allí, por casualidad, como quien no quiera la cosa. Sui es la Muerte como es sabido, ¿ podríamos poner aquí algún entierro ? No se puede, porque en Atlantis no se muere nadie. Bueno, pues no pondremos ningún entierro, pero podemos poner alguna marcha fúnebre de las músicas antiguas. Eso sí; pero, claro, para poner una marcha fúnebre necesitamos un equipo de música; y esa clase de música no los suele haber en los bares. ¿Y por qué no? Estamos en Atlantis, donde todas las cosas son muy diferentes a las de antes.

Así que Upuat encontró a toda esa gente porque entró en un bar a tomarse un néctar, porque tenía la boca un poco seca de tanto hablar. Y claro, en una mesita acogedora en un acogedor rincón junto a un ventanal redondo, estaban los cuatro, o sea, la Muerte, (no hay que olvidar que estaba sonando en la musiquera la marcha fúnebre que Purcel compuso para María la Sanguinaria), y estaban también la de las flechas, y Kebhouet (la de las aguas de los ríos y de los lagos), y Shed, que ya no iba de terrorista, sino de macarra. Hola, dice Upuat, y se sienta entre Sui y Net. Hola, dicen los demás, y siguen en su conversación.

Hay que ver, dice Sui, la de vueltas que hay que dar y la de jeribeques que hay que hacer para soslayar el hecho de que los cuerpos no se atraen los unos a los otros, sino que eso de la fuerza de la gravedad es lo del éter. Digo, dice Kebhouet, un palabrerío de lo más fino para evitar la palabreja "atracción" pero sin saber realmente qué es lo que hace que los astros del cielo orbiten entre sí. Lo del éter antimaterial está clarísimo, pero si se empeñan en ignorarlo hay que recurrir a ni se sabe la de teorías para decir lo mismo que si se aceptara su existencia. Ay qué brutos ¿verdad? dice Net. Lo que yo todavía no tengo muy claro es lo de la fuerza centrífuga.

Es verdad, chiquilla, dice Sui, yo tampoco; por qué si se hace girar a una onda o perigallo - que es como se le llama en mi pueblo - la piedra tiende a irse para afuera, es algo que todavía yo no he logrado comprender. ¿No?, pues yo tampoco, dice Shed, la fuerza centrífuga parece ser contraria a la marcha normal del éter, que es centrípeta respecto a la bola o astro; ¿por qué será? ¿Tú sabes algo, Upuat? pregunta Kebhouet. Así al pronto me cogéis desprevenido, pero déjame que piense : Vamos a ver : A lo mejor es que si se gira más rápidamente que a la velocidad del éter en un sector dado se cortan las líneas de fuerza o como se llamen. Qué disparate, dice Sui, aunque, bien mirado, el éter es como el agua, y según los tramos que recorre va a mayor o a menor velocidad, ¿no es verdad, querida Kebhouet? Ciertamente, dice ésta, el éter va a mayor velocidad en las proximidades de los astros, que son los agujeros por donde se sumerge, y va a muchísima menos velocidad en el vacío interestelar. Ah mira, dice Net, esto explica que un perigallo girado con fuerza vaya a mayor velocidad que el éter en un sector dado; eso por una parte; y por otra, ¿qué es todo movimiento rotatorio sino un "lanzamiento retenido"? Explícate, dice Upuat. Pongamos que tú lanzas una piedra, dice la diosa, y que al mismo tiempo la retienes; ¿cómo puedes conseguir a la vez esos dos efectos? Trasladándola en una órbita circular, evidentemente, dice el dios Rastreador del Hilo Rojo; y entonces, ¿lo de cortar las líneas de fuerza del éter es una pamplina?

Naturalmente, dice Kebhouet; el éter no tiene ni líneas de fuerza ni nada que se le parezca, es un continuum; el giro de los cuerpos no afecta al éter en absoluto; se cuela dentro de las masas de cualquier manera; pero también es cierto que todo cuerpo en movimiento giratorio es despedido de su centro de giro; salvo que se le retenga por alguna fuerza de cohesión, que también es éter, pero interno. Claro, dice Sui, el éter está en todas partes, tanto en el vacío interestelar como en el interior del átomo, ¿no es verdad? Claro que lo es, dice Kebhouet, y en todas partes actúa de la misma manera, o sea, colándose en la materia y disolviéndola. De ahí que haya cuerpos en estado sólido : el éter, que se sumerge por todas las partículas, hace que éstas giren unas en torno a otras, e impide que se alejen entre sí. La solidez es el resultado de infinidad de orbitaciones corpusculares mutuas y recíprocas.

Lo que saben estas tías, dice Shed a Upuat; pero hay algo por lo que a mí me gustaría que Háiar estuviera aquí, -Da igual, yo te lo explico, dice Upuat- y es por lo siguiente : el éter se insume o penetra también en el cerebro, en las neuronas, en las dendritas y en los axones, e influye en la corriente nerviosa eléctrica, bueno, neuroeléctrica; y digo yo ¿si no serán las ideas también cosas del éter? ¿Quieres decir que él éter puede influir más o menos directamente en el pensamiento, en las ocurrencias mentales de las personas?

Bien pudiera ser, asiente Upuat, y el éter así sería una especie de supra divinidad o algo así; es lo primero que se me ocurre; pero pensándolo mejor, de eso nada : el éter no es inteligente ni tiene por qué serlo, sino que su función consiste simplemente en introducirse en la materia, en disolverla y transportar la solución al Antiuniverso, y volver al Universo trayéndola de nuevo en forma de energía; se trata pues el éter de un fluido circular. Pero quiera que no, entra también en el cerebro y lo disuelve, activando así la circulación de las corrientes neuroeléctricas que forman el pensamiento, o por lo menos la base somática del pensamiento, y haciendo así posible los fenómenos de inducción mental-eléctrica. Eso de "inducción mental-eléctrica" acabas de sacártelo de la manga, acusa Net. Desde luego que sí, confiesa el dios rastreador, pero viene al pelo como confirmación de mi aserto : Alguien o Algo me ha INDUCIDO BIOELÉCTRICAMENTE a decirlo : ¿Qué o quién? El Troum, la máquina mental-eléctrica que emite constantemente el Holograma del campo mórfico.

Vaya tela, dice Shed, salimos del fuego para entrar en las brasas, ¿conque el Troum, eh? Se dice "salimos de guatemala para entrar en guatepeor", dice Kebhouet rectificando. Una máquina mental-elénctrica, para que te enteres, es un modulador de ondas cerebrales, hijo, qué atrasado estás, y una cosa así se construye sola, interactuando las mentes de los cerebros individuales y espaciotemporalmente separados. Y no te sigo explicando esto porque tengo muchísimas cosas que hacer. Así que la reunión se dio por terminada.

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M a n ú
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