Capítulo XI

Tauin ( 49 )

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Nefru danzó, tan bellamente, tan gloriosamente, que los cielos cambiaron de forma y de lugar, y se interiorizarons en las almas, mentes y corazones; y ya nada fue igual a como había sido antes. Cuando por fin se detuvo y miró a su alrededor saliendo de su éxtasis, vio a Kir, a Yau, a Keperer y Ptahnun.

Una espaciosa biblioteca les rodeaba con paredes cubiertas de estanterías repletas de libros hasta el techo, rojos cortinajes y amplios ventanales, y un cómodo estrado de un sofá y cuatro sillones para sentarse; había danzado sobre el níveo mármol cálido, y ahora Kir le estaba ofreciendo sonriente una copa de néctar. Nefru se sentó y bebió un pequeño sorbo. Quizás deba deciros que estábamos hablando del metapensamiento. Y ahora, dijo Ptahnun, quizás es lo oportuno tratar de la metarrealidad. ¿Por qué no?, yo estoy dispuesta.

Hemos observado, dice Kir sin más preámbulos, que la antigua ciencia siempre escamoteaba la cuestión previa al origen del Gran Estallido, sus causas, su razón de ser, su esencia misma : Se la consideraba simple idea "metafísica", ignorante y vulgar pensamiento pre-racional, cosa sin importancia. Entonces la película empezaba ya iniciado el primer segundo, perdido e ignorado el primer infinitesimal instante. Su histerieta comenzaba con una bola de fuego a altísima temperatura, -la más alta concebible; y quizás se atreverían a decir de cuántos grados-; y a partir de entonces comenzaba la Entropía de la segunda ley de la termodinámica. Bebió un pequeño sorbo de su amplia copa.

Se evitaba asimismo indagar en la esencia del Calor -y de su manifestación en los cuerpos : la Temperatura-; se le definía como una forma de energía, y en paz; todo lo siguiente era ya palabrería. Pero el Calor y la Temperatura no son más que Movimiento Circular, -el movimiento circular de las moléculas y demás partículas y subpartículas-, un movimiento determinado por el radio de la circunferencia hasta su centro, que cuanto mayor es más volumen ocupa, como se observa en la dilatación de los cuerpos al aumentar su temperatura.

Hétenos aquí pues, dice Kir, ¿por qué no sigues?, invitó a Keperer, que... siguió éste, que para que haya temperatura es preciso que haya materia, algo material y concreto que pueda girar, -Como una olla con agua puesta al fuego por ejemplo, asiente Nefru-, por ejemplo, dice Keperer; sim embargo, ocurre que la Materia es posterior al Gran Estallido, porque no puede haber Materia sin Espacio y sin Tiempo, que antes no existían; el Origen tuvo que ser por tanto Frío, e Inmaterial, hubo de ser Movimiento Puro. ¿Se puede concecebir el Movimiento sin consas que se muevan?, pregunta Yau. Racionalmente no, no es posible, responde Keperer; pero con alguna potencia mental inteligente que no sea la Razón, desde luego que sí se puede pensarlo e imaginarlo. Dilo ya, invita Ptahnun, con el Uazet.

Efectivamente, dice Kir, con el Uazet podemos pensar e imaginar un tipo de Movimiento absolutamente Puro, exento de materialidad, un movimiento de tipo metafísico, ideal, abstracto, un movimiento exclusivo de la divinidad. Habrá que decir "divinidad" por poner algún nombre a esta incógnita. El movimiento así algebralizado es intemporal e inespacial, pero es Algo, y Algo fáctico, real e inteligente; ¿Dios? insinúa Nefru; La Divinidad, que es más abstracta y más impersonal, sin ser COSA sino ALGUIEN. Alguien penetró en La Nada que era este Universo antes de serlo, y el entrar produjo el Gran Estallido por su sola Presencia. Todo lo demás es ya científico.

Sólo en parte, amigo mío, dice Ptahnun, sólo en parte es ya científico: Hay que contar también con la Consciencia, que es esa Divinidad a la que aludes.

Evidentemente, dice Kir, la Realidad es Consciencia, Espacio y Tiempo, y la materialidad que estos tres vectores intersectados producen. Lo que estalló fue la Consciencia, y lo hizo en forma de Movimiento, que para existir se desglosa en Espacio y Tiempo, y en objetos que se desplazan en el Espacio y en la Duración. Tal vez la Consciencia esté dormido pero existente en casi toda la materialidad del Universo y de este astro, pero es evidente que al menos ha despertado en el reino animal y quizás también en el reino verde.

¿ Y antes de entrar en La Nada de este Universo, estaba también dormida?, pregunta Keperer. En absoluto, responde Kir, o ni siquiera habría entrado. La Consciencia puede estar dormida, pero en el sueño no deja de ser también Inteligente; -como cualquiera de nosotros sigue siendo inteligente cuando estamos dormidos-. En su Mundo Primordial -en VIRK- desde donde vino a este Universo, tanto da que la Consciencia estuviera despierta o dormida, pues lo que cuenta es la operatividad de su Inteligencia, -que nunca cesa en ningún durmiente-; sueño o intencionalidad vigil, lo cierto es que la Consciencia Inteligente diseñó por su presencia el Campo Mórfico, que es una Geometría Abstracta y Dinámica por donde se va desarrollando la materia como la tinta por la pauta invisible de un dibujo, al que va rellenando poco a poco.

Y luego fue rellenando, dice Ptahnun, al subcampo morfogenético que es la vida biológica. Ciertamente, dice Nefru, aquí hay poco que discutir. Yo sí tengo algo que alegar, dice Yau, la cuestión de la Rentabilidad. (Yau es el dios del Oro y de las Riquezas, y para él es imposible que algo sea hecho sin alguna finalidad, aunque sea puramente Gratuita). La Finalidad somos nosotros, dice Kir, la en principio simple Vivencia de La Nada transformada en Realidad, y la Creatividad Placentera de hacer mundos.

Desde luego es una bonita Finalidad, dice Nefru, voy a bailar otro poco.

M a n ú
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