Capítulo VIII

Tauin ( 37 )

KIR Fénix

Manú <144@arrakis.es>

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¡Escena siguiente!, ¡da igual!, dice el de las voces (pero no el director); ¿Con qué cámara?, pregunta el del vídeo de grabar escenas, yo esto cada vez lo entiendo menos; por una gente que se queja de que no ve bien su cinecillo tenemos que cambiarlo todo; y ahora los que no vemos somos los que estamos trabajando aquí; Estas problemáticas, dice Anubis conciliador ocurren casi siempre en los orígenes de las nuevas civilizaciones, -todo nuevo cambio las implica-; Sí, pero todos los nuevos cambios deberían ser para mejor, no para peor, dice Háiar mismo en plan trascendente, ¿sabéis lo que ahora se me está ocurriendo?: Que como hacer lo que a uno le da la gana y le parece bien no hay nada, -y que el que se quede atrás que arree-.

¡Bien dicho!, aplaude Amenhotep, yo ya no me acuerdo si íbamos por lo de que el Universo está acelerando su velocidad expansiva o por si eso de morirse es una inducción bioeléctrica; ¡Orden, orden!, brama el director de escena desde las Alturas, Tum, ¿puedes explicarme lo que está pasando?; Sí señor, dice Tum, las cosas de la Transdimensionalidad; claro; si se pasa usted de un universo cerrado, indefinido y finito a un universo abierto en hipérbola, pues pasa lo que pasa, y esto no tiene más vuelta de hoja. Oye, tú, peo lo que aquí estamos haciendo es una película, no un universo, dice el director de escena (que en esta época se llama Sebek y es un cocodrilo); eso es lo que usted se cree, señor dire, pero ahora, con el cambio de dimensionalidad y de universo, cualquier actividad que se esté relizando se compagina como quien dice con todas las demás, -preexistentes y coexistentes, ya se sabe-, y esto podrá ser todo lo película que usted quiera, que en el fondo, nadie puede saber qué es lo que realmente estamos haciendo.

Si tú lo dices..., dice Anubis, pues vale, guión abierto e hiperbólico. Eso de hiperbólico no lo tengo yo muy claro todavía, confiesa Tum, aunque desde luego, mejor que una ecuación parabólica, desde luego sí es; aquí el asunto está en averiguar de una puta vez la interrelación de la física con la Psi; ¿Con la qué?, pregunta Háiar; Con la Psi, repite Tum, -psiquismos, psique, psicología, psicokinesia, psicoformas, psicoergia-, en fin ¿tú eres tonto? No creo, niega Háiar con su dignidad herida, la interrelación psico-física es una evidencia que nadie puede negar a estas alturas; Pues eso es lo que te digo, que a lo mejor no es sólo una relación, sino una identidad, o sea, dos versiones de una sola misma cosa.

En tal caso, la película del Universo sería un montaje, opina Amenhotep; Y la de la vida personalizada consciente sería también otro montaje, añade Ikh que ha estado hasta ahora la mar de callado escuchándolo todo; a mi lo que me resulta chocante e intragable es lo de la teoría corpuscular, que niega por principio y sin prueba alguna la preexistencia de un continuum, se llame como se llame; ¿Eso que dice Bast del éter y las burbujitas? sugiere Háiar; Pues claro, refrenda Ikh; todos nuestros problemas se acabarían si hacemos una síntesis con las dos insoluciones de la ecuación. La próxima película que rodaremos va a ser de vampiros, dice el director de escena interviniendo en el guión por su propia cuenta.

Muy buena idea, dice Ikh cogiéndola al vuelo, el vampiro es un ser con vida exenta de condicionamientos corpusculares y de curvas relativistas ni curvas cuánticas, sino que es como una banda de Moebius; Pero sin sangre, ¿eh?, ni salsa de tomate ni nada de eso, ruega Tum, sino con transferencia de energía Psi de base; De base o refinada, concede Ikh, -las dos caras del Éter-, y no os extrañéis: A efectos de continuidad el Eter es oceánico, pero a efectos de sutileza es una superficie sin espesor y con dos caras, -consciencia por un lado y espaciotiempo material por el otro lado-; ¿alguna pregunta?

¿Y qué tienen que ver los vampiros con el Eter?, pregunta Amenhotep que se ha quedado un poco despistado por el cambio de paradigma; Pues muy sencillo, hijo mío, dice Ikh, pues que los vampiros no están ni vivos ni muertos, sino en la zona de inflexión; Ja ja ja rién los demás por tan insólita ignorancia como es en la que ha incurrido el creador de la Atlántida.

M a n ú
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