Capítulo VIII Tauin ( 36 ) KIR Fénix Manú <144@arrakis.es>
Ikh
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¡Corten, corten!, dice el regidor de escena, o como sea
que se llame el que da las voces cuando están rodando
una película, (sin ser el director), escena 239, primera
toma de la tira que vamos a tener que repetir; y ustedes
fuera de aquí, dice señalando a Menes, Ukh y Seth; ¿Tan
pronto? dice el malvado de cara de cabra, ¿pero si no he
tenido ni tiempo de lucirme!; ¡Pues lúcete en la calle o
en la discoteca! ¡Los otros, al plató! ¿Los otros
quiénes son?, dice Ikh, que todavía es el regente
temporal de todos los infinitos universos que hay y más
que hubiera, yo por lo menos soy un superviviente; A
ver, a ver..., sí tú uno de los que sobreviven, -el
único-.¡Tú, Anubis!, Los cuatro interpelados dieron el paso al frente que se les había ordenado y quedaron encuadrados por la cámara. Anubis va de chacal, que es lo suyo, pero esta vez nada más que la cabeza, -con un caretón de cartón, pero de los de cuerpo entero, de también por la nuca y con orejas-. Y los tres restantes van de personas; todos de 30 años, y Amenhotep con barba postiza para parece mayor. Yo no me sé el papel que me toca, dice Anubis. No importa, di lo que se te ocurra y así improvisas, dice Ikh, que hace lo mismo; íbamos por lo del Gran Encuentro, y por lo de mi manía metabiológica, pero si a tí se te ocurre otra cosa, pues suéltala y la seguimos. ¡...A mí me gustan los Tránsitos...! dice Anubis con voz cavernosa; Pues vamos con los Tránsitos, dice Amenhotep, pero por mi Laberinto, que es lo que mejor me conozco. Yo voy por la Transdimensionalidad, dice Tum, y de ahí no me saca ni mi padre; ¡Vale..., sin avasallar!, dice Háiar, y para que no te sientas solo, yo voy a ir por lo Trascendente. Pues menudo gaspacho que vamos a armar; no sé cómo va a encajar todo eso con mi metabiología; a ver si nos ponemos de acuerdo, dice Ikh, estábamos hablando de hacer una nueva civilización de gente que no se muera. ¿Como nosotros, no?, ya toda la gente a copiarnos; si me lo estaba temiendo; ¿y qué va a ser de las tumbas? Serán trascendidas, dice Háiar, que es rubio como las candelas; Trascendidas y transdimensionalizadas, añade Tum; Pero a través de un laberinto de opciones, complementa Amenhotep con su proverbial ingeniería: un suponer: tú te mueres y te entierran o te queman o lo que sea; ¿Yo? dice Anubis; No, éste, dice señalando a Tum, que como es negro tiene a otro de repuesto en la película; entonces tu psiquismo se lanza a detectar alguna estructura neuronal que sea muy semejante a la que ahora tienes; la encuentras, te metes dentro, y ya está. ¿Ya está qué? El Tránsito, explica el chacal Anubis, que sabe de esas cosa más que nadie. Pero a mí eso me suena como misticismo. ¡Qué coño misticismo! dice Anubis, eso suena a inducción bioelectromagnética, so ignorante; ¿tú qué te crees que eres? una estructura más en un campo morfogenético; ¿Y eso es malo? pregunta Tum; Ni malo ni bueno: eres lo que eres y realizas una función como otra cualquiera; existir y vivir es sólo eso. ¡Vaya tela!, dice el director, ¡corten, corten!, hoy no estamos lo que se dice muy inspirados. Eso se debe, dice el otro que da las voces, a que la cámara es nueva, y no la sabemos manejar bien todavía. M a n ú |
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