Carta Centroamericana

Enero 2003

Ordenación Sacerdotal de Walter Lawson, c.m.f.

“DEL PUEBLO SALÍ...  Y A ÉL QUIERO SERVIR”

 

Cualquiera se preguntará ¿cuántos extranjeros hay en un pueblo indígena?

Text Box:  Pocos saben la respuesta, porque pocos la investigan. En Kuna Yala hay algunos extranjeros y entre ellos un hondureño, que es nuestro hermano Jeremías Lemus. Han pasado ya ocho meses de haber llegado; pidió el diaconado y fue admitido. La celebración litúrgica de esta “diakonía” fue toda una bendición para este pueblo Kuna. Lo que leerán aquí es una parte no más.

 

Programada para la mañana del 28 de noviembre en Tupile, le antecedieron apuros, alegrías, atenciones, trabajos y dificultades. Los invitados a la fiesta se desplazaron desde otras comunidades; algunas a varias horas en bote, surcando las olas bravías de este mar. Los únicos aventajados fueron el Señor Obispo, Carlos María Ariz, y Teódulo Quintero, que llegaron en avioneta desde la ciudad de Panamá; Celestino se durmió y no pudo asistir a la cita.

 Las damas católicas de Tupile, con varias semanas de anticipación, se preocuparon de elaborar las molas que lucirían ese día.  A la vez practicaron los cantos, que con entusiasmo entonarían en esa hermosa mañana.

 Un día antes ya todos los invitados se hicieron presentes para ambientar la fiesta, decorar la iglesia, visitar la comunidad, ayudar en algo o simplemente descansar. De suyo el día 28 era feriado nacional en Panamá. El “novio” de la fiesta estaba listo para las 9 de la mañana. Quienes llegaron primero a la iglesia fueron las personas del coro. Y se apreciaba como adorno: flores, manteles con detalles kunas y un letrero que rezaba: “DEL PUEBLO SALÍ Y A ÉL QUIERO SERVIR”, elaborado por el mismo Jeremías.

 La fiesta litúrgica dio inicio con la gran participación de todos en el canto de entrada. Mucha elegancia se apreciaba en todas las personas, desde el más pequeño hasta el más grande. Se apreciaba al “Novio” lleno de alegría, mientras se iba leyendo, orando, cantando...

 El obispo llamó al ordenando y éste a su vez, muy convencido de sus respuestas y compromisos, atendía al llamado del ministro consagrante.

 La homilía muy sencilla, acentuando la universalidad de todo ministro y sobre todo el amor que debe manifestar para con el pueblo. Hizo una síntesis histórica, mencionando a misioneros entregados al pueblo kuna, y una invitación a todos para asumir una entrega generosa por el Reino.

 Terminada la homilía, se rezaron las letanías. Jeremías, postrado delante del pueblo y ante los ojos de Dios, confirmaba su disposición humilde de servir al pueblo “tule” que le acogía, le veía y le amaba con su voz, con su risa, con su alegría, con su mirada y con su silencio.

Text Box:  Con todos los símbolos, oraciones y respuestas fue consagrado por la gracia del Señor nuestro hermano Jeremías. Teníamos de fondo el oleaje del mar, un sol radiante, una brisa suave y mucha tranquilidad, que se tornaban caricias de Paba-Nana para su pueblo Kuna con este regalo de la Ordenación diaconal en Tupile.

Jeremías diría unas palabras de gratitud al finalizar la celebración litúrgica. Luego seguiría la fiesta de la comunidad. En un salón muy conocido se brindó a todos los invitados un buen “tule masi” como almuerzo, servido con gran cariño por las damas católicas; y hacia las tres de la tarde otra comida a base de langosta. Nadie pudo quejarse de mala comida o mala bebida.

 El obispo, el Padre Provincial y la comunidad claretiana, junto con algunos otros misioneros, disfrutaron de la celebración. Kuna Yala agradecía a Dios y a los Claretianos, por el nuevo ministro que se ponía a su servicio. Tupile y Playón Chico, comunidades a las que servirá nuestro hermano hondureño, sobresalían en gozo y entusiasmo. Como saben ebanistería se dan cuenta que tienen “buena madera y buenas herramientas” para la ebanistería del Reino.

 Como comunidad y como provincia animamos a Jeremías en su recorrido diaconal por Kuna Yala, y que luego lo haga también como misionero presbítero. Con este acontecimiento en Kuna Yala vale la pena resaltar que la diaconía en este pueblo es muy importante y desafiante. Y la ejerce todo misionero, presbítero o no presbítero. Ha de manifestarse creativamente. A esto se apuntó Jeremías: ¡para servir realmente al pueblo! Y cuando se dice “servimos” es que servimos, tanto para una lectura bíblica, como para la construcción de una iglesia (espiritual y material) en la que no se puede decir “se construye” sino  “construimos”. El pueblo exige del misionero, vivir un constante “nosotros”, un “tú y yo”, respaldado por una gran coherencia de vida, sin perder de vista la identidad humana, cristiana y carismática claretiana.

¡Felicidades Jeremías por este paso que compartes decidido!

 Mario Morales, cmf.

 

PANAMÁ NO LLORA?

 ¿Han visto ustedes llorar a un estoico? Yo, sí. En Boca de Cupe, Darién, a hombres, mujeres, escolares y a niños de pecho. Los he visto llorar de rabia, de impotencia y de hambre. Cuando un indio llora, algo gravísimo le sucede. Nadie como él es capaz de aguantar estoicamente tanta hambruna, tanto abandono, tanta enfermedad, tanto contratiempo.

En Boca de Cupe los indios y las indias lloran por sus casas quemadas en manos de los paramilitares colombianos. Lloran por sus sahilas y por sus compañeros asesinados, lloran y se preocupan por los hombres, mujeres y niños adentrados en la selva con terror y con miedo a las Akkas 7. En estos días llora toda la etnia india de Darién.

 Lloran también con intensidad femenina Lorena, Carmen, Osiris y Elisabeth ante la carencia y escasez de alimentos para atender cada día a más de quinientas personas,. El milagro lo hacen esas Religiosas bendiciendo los aportes provenientes de la población de Boca de Cupe, de Yaviza  y de la campaña promovida por Voz Sin Fronteras.

 Y, Panamá ¿No llora? El sentimiento nacionalista y el orgullo de República soberana ¿soportará ese bofetón? Han pasado ya cuatro días: ‘Qué explicaciones aducen los gobernantes y entidades estatales para no haberse hecho presentes en esa área sufriente? Será que Panamá está plenamente inmersa en la preparación y celebración de sólo actos lúdicos con ocasión de los cien años?

 Únicamente los “carapintadas” abordaban los helicópteros para trasladarse al recate de Púcuro y Paya: mientras el sacerdote les conversaba  y animaba, oraban por ellos y su riesgo las Hermanos y los indios.

 Alguien me preguntaba qué hacía  falta en Boca de Cupe. ¡¡¡De todo!!!: Comida, compasión y consolación. También arreglar el acueducto, reparar el único teléfono público, apurar la letrinación, apoyar a la única y jovencísima doctora, enviar petates, sábanas, jabón, ropa, cepillos de dientes, escobas, herramientas, juegos infantiles (2/3 partes de los desplazados son criaturas), películas, sociólogos y sicólogos..

 Darién llora. Panamá no llorará?

 Que nunca el Panamá del bienestar se olvide del Panamá que llora.

Vicente    Sidera Plana, cmf.
Adm.    Apostólico de Darién.
Boca de Cupe, 
21 de Enero de 2003. 

 


 Solo el amor vencerá  la violencia

Los jóvenes ceibeños dijeron Sí a la Vida, No a la violencia

"No habrá paz y reconciliación en nuestras comunidades hasta que no haya justicia e igualdad para todos y todas."

 

             Durante casi dos meses, un grupo de jóvenes de La Ceiba, de las Parroquias San Isidro y La Natividad, han venido preparándose para el Primer Encuentro Juvenil, que se llevó a cabo los días 6, 7 y 8 de diciembre del año 2002.  El mismo se realizó en La Ceiba, Departamento de Atlántida y atrajo a más de 600 jóvenes de nuestra zona.  Contamos con la participación y predicación, en estos tres días, de nuestro obispo auxiliar Monseñor Rómulo Emiliani Sánchez, cmf.

             El encuentro juvenil tenía como objetivo congregar a los jóvenes de nuestra zona de Atlántida para que vivieran un encuentro personal con Dios y consigo mismo; también para que pudieran compartir su experiencia de fe.

   ¡Basta ya a la violencia!, dicen los jóvenes.

             Al mismo tiempo quisimos que esta actividad recogiera parte de la realidad que se vive en nuestro país de cara a la situación de violencia, que golpea especialmente a nuestra juventud.  Aprovechándonos de la Carta Pastoral de nuestra Diócesis de San Pedro Sula, que fue publicada en este Adviento del 2002:  “¡BASTA YA A LA VIOLENCIA!”. 

              Retomamos las palabras que inician la misma y la cifra escalofriante de las víctimas:  En nombre del Dios de la Vida y del pueblo que sufre, decimos:  ¡Basta ya a la violencia que está ensangrentando y llenando de luto la vida de tantas familias de nuestra Diócesis de San Pedro Sula!  Basta ya a tanta sangre derramada en un pueblo que, agobiado por una inmensa pobreza, tiene ahora que sufrir el azote del crimen, muchas veces impune, que clama al cielo”...

            “En los últimos cuatro años hemos tenido en nuestra diócesis, que comprende los departamentos de Cortés, Atlántida y las Islas de la Bahía, aproximadamente cuatro mil quinientos (4,500) asesinatos, de los cuales el doce por ciento (12%) de las víctimas han sido jóvenes.  Muchos integrantes de las “maras” o pandillas juveniles han estado entre los asesinados, fruto, en parte, de enfrentamientos entre ellos... Además, se conoce que hay grupos no identificados que se dedican a eliminar jóvenes por el simple hecho de estar tatuados.  Se sabe que el ochenta y cinco (85%) de los asesinatos se realizan con armas de fuego.  La impunidad de los crímenes oscila en un sesenta por ciento (60%) de los mismos y el no encontrarse culpables crea un ambiente de más zozobra en la sociedad”.  (Carta Pastoral de la Diócesis de San Pedro Sula ¡Basta ya a la violencia!.  Adviento 2002, p.1-2)

  “Sí a la vida”.., dice, en medio de la crisis de valores del mundo de hoy, la juventud ceibeña:

            En este contexto alarmante y aterrador, quisimos hacer un alto en el Encuentro y hacer memoria de aquellos jóvenes de nuestras comunidades que han sido víctimas de la violencia durante estos años.  Y para ello iniciamos nuestro Encuentro Juvenil con una concurrida marcha encabezada por los jóvenes de nuestras comunidades y por Monseñor Emiliani; todos, con antorchas, pancartas y carteles, gritábamos a una sola voz consignas en contra de la violencia; reafirmábamos, como jóvenes, el “Sí a la vida”, “Sí al amor como vocación humana”, “Sí a la solidaridad”,  “Sí a la libertad”, “Sí a la verdad y al diálogo”, “Sí a la participación”, “Sí al esfuerzo permanente por la paz”, “Sí al respeto de las Culturas”, “Sí al respeto de la Naturaleza”.  Para La Ceiba se convirtió ese viernes 6 de diciembre en un día festivo.  La policía precedía a la  marcha; también contábamos con la participación del cuerpo de bomberos que, con su carro cisterna, anunciaba la marcha con su sirena haciendo que salieran de sus casas las personas a presenciar este gran acontecimiento esa multitud de jóvenes que pacíficamente exigían el respeto a la vida humana.  Muchos de los que salían atraídos por estos signos se unían con nosotros a esta gran manifestación de repudio contra la violencia.

 

Las muertes de los inocentes son una luz en nuestro camino...

 

            Seguidamente nos dirigimos a la Escuela Internacional de La Ceiba donde celebramos una vigilia por nuestros jóvenes muertos a consecuencia de la violencia.  Este momento fue muy significativo.  Acompañados de la oscuridad de la noche, con las luces apagadas del centro educativo, el grupo numeroso de jóvenes hizo una cruz en el centro del salón con velas encendidas para recordar en cada una de esas luces a nuestros hermanos, amigos, compañeros y familiares asesinados durante este tiempo. Muertos que pueden ser olvidados por algunos, incluso por aquellos que tienen el deber de administrar justicia en nuestro país, pero que recordamos nosotros para hacer caer en la cuenta que no habrá paz y reconciliación en nuestras comunidades hasta que no haya justicia.  Tuvimos la oportunidad de contar con jóvenes, testigos presenciales de alguna muerte de compañeros. 

              Recordamos la palabra del Señor:  “La sangre de tu hermano... pide a gritos que yo haga justicia” (Génesis 4,10). Realmente fue una experiencia impactante y esperanzadora recordar a nuestros seres queridos. Sentimos en ese momento que esas luces nos hablaban y nos decían que teníamos que seguir adelante; se convirtieron para nosotros en una luz de esperanza, que nos anima a seguir luchando y a seguir entregándonos, como jóvenes, por la paz y la construcción del Reino de Dios.

             En esa misma noche del primer día, nos dirigió el primer mensaje  Monseñor Emiliani:  “El valor de la Vida Humana”. En él nos llamó a tomar conciencia del valor que tiene la vida humana y a reconocer y respetar la dignidad de todo ser humano.

             El día sábado reiniciamos nuestra jornada con diferentes reflexiones dirigidas por Monseñor Emiliani.  He aquí los temas:  “Conócete a ti mismo”, “La vocación de ser joven”, “Joven, Iglesia eres tú”.  Dentro de la jornada de este día contamos también con un Panel conformado por jóvenes y adultos sobre “la realidad del joven hoy”.  Muchos jóvenes participaron con testimonios de su misma vida, pidiendo voluntariamente la palabra para contar experiencias muy personales de conversión.  Por la tarde, los testimonios se referían a las diferentes vocaciones de la Iglesia:  la vocación laical, sacerdotal, religiosa y misionera.  Seguidamente celebramos la hora santa dirigida por Mons. Emiliani, con una bellísima reflexión y procesión.  Posteriormente los jóvenes tuvieron la oportunidad de exponer sus carismas y talentos en la gran noche cultural.  Realmente fue un derroche de talentos y de creatividad...

La Familia, primera escuela donde aprendemos a valorarnos y a valorar a los demás...

 

            El domingo lo vivimos como “El día de la Familia”. Los jóvenes se hacían acompañar de sus familias que gozosamente aprovecharon este día de retiro para compartir con sus hijos.  La reflexión de este domingo también fue dirigida por Mons. Emiliani, quien nos habló de la importancia de la familia como la primera escuela donde aprendemos a valorarnos y a valorar a los demás.  La jornada del día domingo fue clausurada con una bellísima Eucaristía en la cual Mons. Emiliani,  retomó la Carta Pastoral de la Diócesis de San Pedro Sula.  Este día la asistencia ascendió a más de 1000 personas que se congregaron para acompañar a sus hijos y también para disfrutar del fruto de las reflexiones de estas jornadas.

             Sin duda alguna este Primer Encuentro Juvenil fue muy significativo para toda la juventud ceibeña. Se reflejaba en los rostros de nuestros jóvenes una alegría que sólo puede dar el Espíritu. Anunciamos la fecha del próximo encuentro.  La cita del año 2003 será los día 5,6 y 7 de diciembre en la Ceiba. 

             Muchos jóvenes integrantes de diferentes comisiones realizaron un gran trabajo de animación durante estos tres días.  Lejos de notárseles el cansancio, ofrecían su juventud y brindaban sus talentos, sus bailes y canciones para evangelizar a otros jóvenes. Aquí se cumplen estas palabras:  “Sólo el joven puede evangelizar al joven”...

             Agradecemos a tantas personas interesadas en la formación de nuestros jóvenes que colaboraron con todos los medios a su alcance para realizar exitosamente este evento:  familias que dieron hospedaje a muchos jóvenes venidos de fuera de La Ceiba, colaboradores habituales de los muchachos en la Pastoral Juvenil, empresarios y feligreses generosos, etc.

 
Angel Iván García R., cmf.
Diácono

 


 

NOTICIAS BREVES

 

Han pasado ya varios meses sin bajar a detalles cotidianos de los miembros del Consejo Provincial. Empezamos el año 2003 recordando algunos pormenores de los meses del año pasado...

 

P. Santiago Najarro:

Después de su vuelta de San Pedro Sula, donde presidió la Reunión de Superiores Locales, (era en el mes de Octubre) ha visitado a los hermanos de Darién, Colón y Kuna Yala...  El último miércoles del mes dirigió el Retiro a la Comunidad de la Residencia y habló, en la Reunión Comunitaria, de los Preparativos del Capítulo General.

 

En noviembre se fue a San Ignacio de Tupile para acompañar a nuestro Estudiante Jeremías Lemus en su Ordenación diaconal. Aconteció  el 27 de Noviembre, como han podido ver en páginas anteriores.... El viernes, 29, volvía de Tupile a Marganá, acompañado de Luis Nebreda (días más tarde, en el periódico La Prensa de Panamá, apareció con el nombre de Luis Negrete) y la Hermana Gilda (Franciscana). Hasta Tigantikí el cayuco  -grande- pudo resistir la altura de las olas y sortearlas... En Tigantikí dejaron éste y siguieron hacia Narganá en otro pequeño... Las recomendaciones de no cambiar embarcación fueron desestimadas... Lucho se sentía seguro con “su” cayuco, pequeño pero matón de olas gigantes.  Poco antes de llegar a  Isla Tigre una ola se los tragó... El primer grito de todos, al unísono, fue: “Agárrense al cayuco...” Por fortuna los tres lo hicieron...  Pero nuestro Provincial vio a su alcance el tambucho de plástico que le hace de maleta siempre que viaja por mar...  y se asió a él con ambas manos... En los pocos instantes de soltarse del cayuco y asirse al tanque, desaparecieron los otros dos náufragos... Luis pudo voltear el cayuco y subirse a proa..., la Hermana flotaba encima del tanque de gasolina, pegado al motor por la manguera del combustible... Así llegaron a la orilla, llevados por las grandes olas... Pudieron pasar sin contratiempo los arrecifes de Tigre...  En la orilla se toparon con un señor que iba al monte..., pero, ante la noticia, dio vuelta atrás y salió en busca del P. Santiago...   A las dos horas y media del naufragio lo encontró flotando entre la espuma de las olas, cerca de los arrecifes...

Text Box:  -Cómo está, Padre? Se encuentra con fuerzas para subir al cayuco?

-         Intentaremos...

Primero salvó el tanque, “maleta”; al subirlo al cayuco notó que pesaba más de la cuenta. Luego con la ayuda del motorista subió él. 

-         El Padre Luis y la Hermana están bien en la playa. No les ha pasado nada... Y usted cómo se encuentra?

-         Cansado, pero tranquilo... He mantenido la serenidad durante todo el tiempo que he pasado en el agua. Mi preocupación era saber qué les había pasado a la Hermana y a Lucho...

-         Ellos están bien... No han tenido ninguna dificultad en llegar a la orilla.

-         Eso me tranquiliza. Yo estaba seguro que tarde o temprano llegaría a la orilla, porque notaba que las olas me empujaban poco a poco...  No sabía cómo esquivar los arrecifes, pero tenía confianza que alguien pasara por aquí y me viera... antes de llegar a ellos...

 

Menos de dos minutos tardó el motor en llegar a la orilla...  Allí estaban Lucho y la Hermana esperando al Provincial...  Fueron llevados a Tigre, en cuyo muelle esperaba todo el pueblo, con la angustia de haber perdido la semana pasada a un vecino, que no ha aparecido... Los padrecitos y la Hermana estaban sanos, gracias a Dios...  De Tigre a Narganá es un brinco pequeño para un motor de 25 caballos.

 

Llegaron a Narganá con la urgencia de ponerse ropa sea... La mojada había que ponerla en agua dulce para quitar la sal... Todo lo que había en el tambucho estaba mojado. Un pantalón prestado (por parte de quién, ya no importa) sería suficiente para esperar que la brisa secara, si no los papeles, al menos lo que se debería poner  Santiago al día siguiente para viajar a Panamá... Santiago estaba cansado, pero tranquilo... No era la primera vez que se había visto en estos lances...  Su “maleta”, (la grande, porque tiene otra pequeña para viajes sin encargos) que aquí muestra con orgullo, no solamente le sirvió de hatillo, sino también de salvavidas...

 

Text Box:  Le recomendamos visitar al médico... y se fue a ver a una doctora. Esta pidió unos exámenes de laboratorio... e hizo una recomendación urgente: beber diez vasos de agua “gatorate” cada día hasta reponer las sales perdidas... Santi lo ha cumplido fielmente, con resultados positivos...

 

El 9 de Diciembre comenzaba la sesión de Consejo con esta foto. (Al Secretario pueden imaginárselo detrás de la cámara).  Han sido tres días de Reunión, pero con tiempo libre para la convivencia fraterna... El lunes, a las 2, 30 pm., inicio... hasta las 6, en que interrumpimos para cenar; volvimos a las 7  y nos prolongamos hasta las 10 de la noche...  El martes nos fuimos a María Chiquita, para “ver” el Atlántico. Vueltos a casa, repetimos horario de la noche anterior...  El miércoles se tuvo sesión continua hasta las 6 de la tarde... en que pusimos punto final al trabajo de los tres días...

 

P. Rodolfo Morales:

Ha tenido un trabajo extra, además de atender a los Filósofos del bienio, estudiando los “tets” de los cinco muchachos que quieren iniciar la Filosofía en nuestro Seminario de Managua... Son cuatro de El Salvador, uno de Honduras y otro de Nicaragua, que han dicho sí. Hay dos más en estudio detenido... Y otro,  que interrumpió su carrera hace unos años, y que ahora desea continuar. Se mueve bien en Managua, el Salvador y Guatemala.

 

José Joaquín González:

La Pastoral Juvenil se intensifica a finales de año, pues hay que decidir quiénes pueden entrar al filosofado. Este trabajo vocacional terminó con una semana de Ejercicios Espirituales, en El Salvador, para todos los Aspirantes...  Que el Señor les conceda la perseverancia y la fidelidad a la llamada.

 

Manuel Sánchez:

Está rellenando una Encuesta de la Prefectura General de Apostolado y lo tiene de cabeza...  Paciencia, Manuel, que todo llegará a su tiempo...

 

 

VICENTE GIL NO COCINÓ ESE DÍA

 

Para muchos el día 1 de Diciembre es un día cualquiera, pero para Vicente no. Ese día lloró por primera vez hace 72 años. Hoy no tenía motivos para llorar; los besos de sus “fans” no se pueden comparar a la nalgada de la comadrona de Ribera de Molina.

Text Box:

En todas las fiestas de la Residencia Claret, podemos ver a Vicente -con delantal blanco-, preparando el menú para los invitados... La “Paella murciana” es su plato favorito. Y a decir verdad, lo prepara bien... Hoy no le dejaron meter la nariz por la cocina... Más, la comida vendría de un restaurante y sería sorpresa para él.  Los que no estamos acostumbrados a cosas finas... no podemos poner en un papel ni el nombre de los guisos ni, mucho menos, el olor y el gusto de las exquisiteces preparadas...  Que nuestros lectores dispensen e imaginen... (Mejor es eso, que presentarles nombres, gustos y olores... y no poder probar... ¡pobre Tántalo!).

Éramos 32 comensal@s  (algunos escriben así cuando quieren poner ambas partes del género humano), llegados de Colón, El Dorado, Santuario y, por supuesto, de la Residencia. El “cumpleañero” quiso hacerse servidor de tod@s ese día... Sentó a las “doñitas” a la mesa e hizo su “diakonía”. Neila, el “Hada madrina”, lo contemplaba radiante... Era primera vez que se sentaba ella a una mesa conventual e ignoraba cómo se las arreglaba un “ecónomo” para preparar y dar comida a tanta gente...  Fue ella la que dirigió su “varita” hacia el Restaurante y pronunció las palabras “mágicas”. Todo lo demás fue cuestión de comer, beber, cantar y bailar... (No ponemos otras fotos por el poco espacio, pero de que las hay..., las hay)

 

Text Box:  Eso era el comienzo del mes de Diciembre. Lo que no se imaginaban estas  “doñitas”, que ven en la foto, es que la fiesta del cumpleaños del P. Gil fuera el preludio de la que se les haría a ellas el día 8: la Inmaculada, Día de la Madre en Panamá..
También este día volvieron a sentarse a la mesa y se repitió el gesto de Vicente Gil cumpliendo su “diakonía”. Como era domingo, y algunas tenían su día libre, se les hizo invitación especial para el mediodía. Todas llegaron. Al final de la comida, esta vez sí hubo paella murciana, se repartieron los regalos a las “MAMÁS LINDAS”. Ninguna lo quiso abrir delante de los “Padrecitos”; por cautela...? por no comprometer...? por no verse comprometida...? Por supuesto que a más de una se le subieron “estos detalles” a la cabeza y dejó correr las lágrimas abundantemente...

MINI, la cocinera, se atrevió a decir unas palabras en nombre de las compañeras: “No me imaginé nunca estos detalles, que han tenido con nosotras en este día... Estamos muy agradecidas y sin palabras para contarlo... ¡Mu...” No crean mis lectores que todo esto lo dijo de corrida, tal como está escrito... Hubo silencios largos... Palabras entrecortadas... Hasta el P. Superior tuvo que echarle una mano para terminar el... “¡Muchas gracias!”

 

 

 

Vedlas,amigos, sentadas
a la mesa conventual 
a estas cinco MADRECITAS 
tostada su faz bendita 
del recio sol tropical.

Hoy es su día y su fiesta;
y su gozo es tan henchido
y es tan fresca su sonrisa
que estos momentos de dicha
valen por muchos vividos.

De champán burbujeante
las copas muestran el oro,
hay regalos y hay palabras,
cantos hay, sones, guitarras
y ... brillan plácidos lloros...

MINI, ANITA, CHINA, FELA
Y SORAIDA, mamás lindas,
cuánta belleza y ternura!
Cuánto olor a Noche Buena!
Y a noches largas, sin luna...!

Paella, besos, pasteles,
y fotos... Todo acabó...
QUEDA EL AMOR MADRECITAS...
Que al ritmo de cada día
cobre nuevo resplandor.

No todo terminó aquí, pues el día 10, martes, cumplía años MINI. Nos dijo cuántos, pero no los queremos poner aquí, por delicadeza...  La cena se alargó un poco, por el helado y la tarta. Al final,  Tamborito” y foto junto a un ramo de flores. Seria salió la niña. No quiere enseñar los dientes. Si vieran otras fotos... se darían cuenta del porqué.

 Felicidades Vicente...!  Felicidades Mamitas...! Por muchos años MINI, que los tripliques...!

 Si el mes había empezado con fiestas, lo terminaría de la misma manera... El 24, por la tarde, nos reunimos los “Padrecitos” de la Residencia, más los dos de El Dorado, para compartir el “pavo de Navidad”. Brindis espumoso por la llegada del “Niño Dios” y deseos de repetición anual todos juntos... Turrones variados, incluido el especial para diabéticos, para endulzar los largos años de vida de casi todos los comensales... Sobremesa alargada según posibilitaban los años o los quehaceres de la Noche Buena. El “Feliz Navidad!” resonaba cada vez que alguien dejaba el comedor...

 El día 31 juntamos la fiesta de “Fin de Año y el Cumpleaños de Marco Antonio”. Nos añadimos a la comida de los Claretianos del Santuario los de El Dorado y la Residencia. Se esmeró Marco Antonio y nos puso unos guisos que aprendió en Managua, antes del terremoto, cuando había qué cocinar y “Melucha” (la mamá) hacía de maestra de cocina.

 José Sentre, cmf.

 


 Nuevo Sacerdote

El 18 de Enero, en la Parroquia de la Virgen del Carmen de Colón, Mons. Carlos M. Ariz impuso las manos al Diácono Walter Llawson. Le acompañaba el Obispo de Penonomé y un nutrido racimo de Claretianos.  Walter escogió el evangelio del “Buen Pastor”... Mons. Ariz lo comentó en la homilía y lo aplicó a la vida misionera del Ordenando... “no eres dueño del rebaño, sino servidor...; no te aproveches de tu sacerdocio..., entrega tu vida para que tengan vida...”   Walter asentía con la cabeza... Todos pedíamos al Señor la fidelidad de nuestro hermano...

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