C a p í t u l o X I V

Tauin ( 66 )

KIR Fénix

Manú <144@arrakis.es>

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¿ Y qué hizo Seth, cuando se quedó otra vez solo, eh ? Pues que salió del bar y paró al primer taxi que pasaba por allí, que era también el único taxi que había en toda La Atlántida, diseñado expresamente para esta escena. Seth subió al asiento trasero, y cuando iba a darle al chófer la dirección del palacio imperial, calle tanto número tanto, vio con asombro que no había ni chófer ni nada parecido, sino el volante mondo y lirondo; pero esto no fue óbice para que el taxi se pusiera en marcha y llegara a su destino, después de recorrer miles de kilómetros de calles, plazas y jardines, de toda clase.

Miró su reloj, y esa fue otra : el segundero avanzaba normalmente, pero cada vez que estaba a punto de llegar al 12 daba marcha atrás, y se ponía otra vez a dar la vuelta. Qué cosa más extraña, se dijo Seth, ¿ habré entrado en algún bucle del Tiempo ? Bien podría ser, le dijo la voz de su conciencia. El Tiempo, como tú sabes, tiene muchas sorpresas y muchos recónditos enigmas de ésos que no hay quien pueda resolver, porque necesitan una mentalidad más abierta que la mar, y unos reflejos que ni te cuento. ¿Quién eres? pregunta Seth a la voz de su conciencia. Soy el enanito, dice Bes desde dentro de la conciencia de Seth, una especie de ángel de la guarda que tú tienes. No le hagas a este guasón, vuelve a decirle la voz de su conciencia, pero con un todo bastante diferente. ¿Y tú quién eres? ¿Pues quién voy a ser? dice la voz de su conciencia en plan misterioso, ¡¡¡ Soy Ptaaaaaaaahhhhhnuuuun !!!

¿ Y qué hacéis vosotros dentro de mi alma? pregunta Seth ya un poco mosca y sobresaltado. Pues aquí que estamos con estos otros dos. ¿Pero es que hay más? Claro que habemos más, dice Zedfank, a ver si me reconoces; y empezó a tocar la lira, bastante mal por cierto. Eres Orfeo, dice Seth, que no tiene lo que se dice un buen oído. ¡Qué coño voy a ser yo Orfeo, dice la voz de la conciencia, soy Zedfank! Bueno, pues no hay que ponerse así por una simple y sencilla equivocación, protesta Seth, ¿y el cuarto? El cuarto soy la cuarta, dice Bast, alcaldesa de Atlantis distrito federal. El reloj de pulsera de Seth seguía con los saltitos; así que todavía no había pasado ni un minuto desde que se subió al taxi, a pesar de que las calles y las plazas, jardines y parques y demás, no dejaban de pasar a un lado y otro. Por cierto que, la circulación estaba más bien escasa, por no decir absolutamente desierta. Ni un alma se cruzó el taxi en todo el trayecto. También era rara la cosa. Pero para el presupuesto de la película es un detalle muy bueno que abarata los costes de producción, porque el paisaje puede hacerse con un ordenador fácil de alquilar una hora y media.

Yo ya me imaginaba, dice Seth, que las combinaciones de Tiempo con Espacio y con Consciencia deben dar mucho de sí, ¿pero hasta el punto de que la gente se meta dentro de la consciencia personal de uno? Eso es ya como pasarse un pelo. No te sorprendas, dice la voz de la conciencia llamada Bast, en esta nueva civilización nuestra de La Atlántida ya no existe el fuero interno, ni nada espacio-consciente-temporal que esté fuera de control municipal; pues aviados estaríamos si hubiera Libertad entre nosotros y espacios reservados.

¿Por qué no? protesta Seth, la libertad y la intimidad son lo más sagrado y tal que existe. ¿Y eres tú precisamente quien nos viene con ese cuento? dice la voz de la conciencia llamada Ptahnun, ¿tú, el enemigo de todo lo sagrado y el mayor violador de la libertad de la voluntad que parió madre? Bueno, es cierto que yo coacciono un poco, - ¿Sólo un poco? objeta Bast -, un poquillo más de la cuenta a veces, reconoce Seth, pero el libre albedrío está para algo, ¿no? Naturalmente que está para algo, dice Bast, para que la voluntad del individuo se autodetermine por sí sola, sin coacciones ni sugerencias. La nueva civilización ha eliminado las palancas invisibles que esclavizaban a los tontos de la tiranía de los astutos con el cuento de la Libertad. Ya lo externo se ha interiorizado, y por tanto, cada cual se responsabiliza de sus acciones sin más excusas. Técnicamente esto se consigue con receptores empático-telepáticos de ondas cerebrales instalados en todas partes.

Espionaje civil que se llama, explica la voz de la conciencia llamada Bes, un sistema interactivo neurológico al que no escapa ni el más mínimo asomo de pensamiento, sentimiento, emoción y lo demás, y que lo procesa todo en la computadora central. No hay sugerencias ni coacciones, pero sí conocimiento oficial de todo lo que se hace o se pretende hacer. O sea, ¿que mi golpe de Estado? Perfectamente previsto y controlado, dice la voz de la conciencia llamada Bast; tú te has estancado en el Paleoplástico por tu libérrima gana y voluntad, y ese estancamiento conlleva la incomprensión y desconocimiento de las nuevas técnicas gestálticas del Imperio, que todo lo ve y todo lo oye. Pretendes detener el avance ascendente del Tiempo, y por eso tu reloj no puede salirse del primer minuto : Has caído en tu propia trampa.

¿ Y podéis hablarme dentro de mi cabeza ? Obvio y lógico y tecnológico : Lo mismo que tu sistema nervioso emite ondas, puede recibirlas y decodificarlas en forma de consciencia psicológica y de conciencia moral. Ésta última no es sino la grabación incesantemente emitida y aplicada del Código Civil y del Código Penal. Todo automático y sincronizado. Cada uno sabe en cada momento y en cada opción lo que está bien y lo que está mal; y si elige algo que no conviene a la Armonía, la alarma se dispara y avisa a la Policía Moral, que inmediatamente actúa según el protocolo establecido. Y no me vengas con el cuento de que este sistema de espionaje y control puede servir a la tiranía, porque en la computación general del Imperio todo está ya previsto, y nadie puede ni podrá nunca forzar y torcer para servir a su egoísmo el mecanismo de un sistema precisamente concebido y construido para evitar los egoísmos.

Zedfank puso un poco de musiquilla de violines en el área auditiva cerebral de Seth, a guisa de vaselina, para suavizarle el estado de ánimo. Todo fue prácticamente preparado ya en el seno de la antigua civilización, a finales del Paleoplástico, - la electrónica, la inducción electromagnética, las imágenes subliminales visuales y auditivas, los sondeos neurológicos, todas las bandas de frecuencias de ondas emitibles y receptibles del biologismo -, dice Ptahnun a través del pensamiento de Seth, nosotros nos limitamos a dar una finalidad progresista razonable a todas esas invenciones, y a evitar que cayeran en malas manos como las tuyas y las de tus esbirros. Eso de esbirros ha estado pero que muy bien, afirma Bes, a través naturalmente del cerebro del propio Seth. ¿Y esto no es acabar con el individuo? pregunta el Maligno.

El Individuo no era más que una pieza previamente diseñada para ser incluida e integrada en el Sistema Gestáltico; no otra fue nunca su razón de ser en los dos millones de años del Paleoplástico, dice Ptahnun, y Bast añade, Todo lo que antes parecía no tener ningún sentido lo tiene ahora, en esta nueva era que es el Neoplástico, el Periodo de las Formas Liberadas, por oposición al Periodo de las Formas Rígidas, donde tú reinaste y al que representas en tanto que arquetipo. ¿o sea, que mi reinado ha terminado? Prácticamente sí; te quedan empero los fantasmas, los zombis, las consciencias personales de quienes son incapaces, como los lagartos, de percibir y aceptar la Gestalt Armónica, los desgraciados seres aún aferrados a su individualidad.

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M a n ú
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