Capítulo XIII

Tauin ( 59 )

KIR Fénix

Manú <144@arrakis.es>

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En esto estaban cuando por una cercana esquina apareció una rondalla de seis o siete dioses que venían tocando guitarras y bandurrias y cantando coplas del tipo de " claveliiiito, claveliiiito, clavelito de mi corazóóóóóón...", e iban tan ensimismados en su clavelito que ni siquiera se dieron cuenta de los que estaban sentados en la terraza de la cafetería. A la cabeza de la rondalla o fanfarria o grupo musical callejero iba Ukh, el dios del Papiro, con un guitarrón de mucho cuidado, capa negra con cintas de collarines y el consabido atuendo estudiantil de lejanas épocas. Todos iban vestidos igual.

Las dos siguientes bandurrieras eran Maat y Neftis, -diosas respectivas de la Verdad-Justicia y de la Naturaleza Visible- y detrás venían Upuat y Min, y detrás de éstos Háiar y Amón, cada cual tocando su instrumento musical y cantando a grito pelado. Recorrieron calles y calles, parándose de vez en cuando bajo un balcón, para cantarle una canción a alguna chica, que desde lo alto, en justa correspondencia les tiraba flores y pañuelitos. La canción era siempre la misma -"clavelito"-, porque era la única que se sabían.

Así llegaron a una plaza que tiene una fuente enmedio, una fuente monumental y artística, una preciosidad de arte italiano del renacimiento, pero, claro, de electricidad estática, -aunque así a primera vista ni se nota-. La vista de la fuente les recordó que tenían sed, y se acercaron a beber del néctar que brotaba de sus chorros como si fuera agua. Es un poco más caro, pero en Atlantis pueden permitirse tales lujos. Total, que se sentaron a conversar en el borde marmóreo y dorado de la fuente. (Los dorados hay que ponerlos en los caños de la fuente y en los adornos metálicos incrustrados en el mármol plástico electrostático). Uf, qué acaloramiento, dice Ukh enjugándose la frente con uno de los pañuelitos dejados caer por las diosas homenajeadas de los balcones, esto de ir de ronda tiene también su trabajillo, ¿verdad?

Decir "Verdad" y decir "Maat" vienen a ser lo mismo; así que es Maat la que siente que tiene que intervenir, respondiendo..., (¡Ay, que no me acuerdo de lo que tengo que responder!), Desde luego, desde luego y desde luego. Esto de ir de randa es lo más tonto que parió madre. Aunque tiene su encanto...

¿Pero tú te imaginas, dice Neftis, que nosotras les cantáramos a los tíos? Sería lo lógico ¿no?, responde Maat, ahora sí que estamos haciendo el canelo cantándoles a las tías lo del "clavelito". Yo desde luego no canto más. No te pongas así, mujer, dice Upuat -que lleva una gorrilla en forma de perro lobo-, si esto no es más que una introducción al tema. ¿A que tema? Eso es lo que queda por averiguar, dice el Rastreador del Hilo Rojo. Me parece a mi que el tema de hoy está ya bastante visto, dice Háiar, que es veterano de otras conversaciones del mismo tipo. ¿A qué te refieres? dice Neftis, algo escamada porque hay ciertos temas que no le gustan. Al tema epistemológico, naturalmente, dice Háiar, a eso de que, por ejemplo, el Sol mite radiaciones que no son visibles al ojo, como los rayos X y los ultravioletas, Pero ésos se ven con placas fotográficas y con no sé qué otra cosa.

No todo lo real es versionable a oftalmología, dice Ukh sensatamente, hay cosas que siempre serán imperceptibles para los sentidos corporales, pero que actúan en el Universo. ¿En el Universo?, no me hagas reír, dice Maat con suficiencia; primero tendríamos que preguntarnos qué cosa es el Universo.

¡Incrédula...!, dice Amón, el Universo es la proyección estructurada de la mente. Eso es lo que digo yo, dice Maat, que el Universo hay que buscarlo no donde parece que está, sino dentro del coco. Ooooh, dice Neftis, ¿dentro del coco?, ¿dentro de mi cabecita?, y se coge la cabeza con ambas manos; ¿y qué es entonces lo que hace ahí afuera? Ejém ejém ejém, dice Min haciéndose de notar, "Ahí Afuera" no es más que la extraproyección de lo que realmente es "Ahí Adentro", dice tocándose la frente con su dedo índice, o sea, ciertas configuraciones generales repetidas en la estructura de cada cerebro; mirad la Vía Láctea : No es más que una estructura del hipotálamo. ¿Del hipo qué?

Como ni Min ni ninguno estaba muy puesto en Anatomía, ni en nada de nada, lo mejor es que no demos a sus palabras significados convencionales, ni mucho menos significados científicos. Hipotálamo, dice Min, es un decir; a lo que me refiero es a que la Vía Láctea es la extraproyección de una vía láctea chiquitilla que todos tenemos en el cerebro; algo así como un mogollón de neuronas que están en algún lugar de la estructura del campo mórfico que es el coco. Tú miras así simplemente y ves unas manchillas blancas; pero si uno mira a través de un telescopio, el telescopio EXCITA a las neuronas de la vía lactilla que tenemos dentro y vemos más detalles. ¿A como os calláis? La función de los instrumentos ópticos no es ver lo que hay "Afuera", sino la de EXCITAR a las configuraciones neuronales que hay "Adentro". La luz se nos cuela hasta el cerebro, y allí EXCITA a los orgánulos correspondientes a lo que creemos estar "viendo".

(Cada vez que Min pronuncia la palabra "EXCITA" está evidenciado su propia naturaleza arquetípica de Sátiro, pues es un obsceno). El problema está en que el cerebro actual no es una estructura ni completa ni perfecta, continúa Min explicando, y que por tanto nos es imposible conocer la Realidad Total, pues tal realidad no existirá hasta que nuestra organografía mental esté del todo completada y perfeccionada. Y para eso hace falta un rato largo. Más a mi abono : con sólo el cerebro, ni por más desarrollado que se nos ponga, jamás conoceríamos a la Realidad Completa, porque tal realidad es infinita, y necesitaríamos tener un cerebro infinito para conocerla y comprenderla.

Nuestro verdadero CEREBRO es EL UNIVERSO ENTERO, dice Háiar, que creemos tener "Fuera" pero que en realidad tenemos "Dentro". El Universo aún no esta completo; le falta evolucionar hasta sus formas finalistas, -cosa que hace incesantemente-. Y en la misma proporción a esa evolución está evolucionando el soporte de nuestra estructura mental, -lo que ahora llamamos cerebro, y que después será un organigrama -sensorializado por la consciencia- de esta Realidad que Nosotros Somos, -siempre a la búsuqeda de Nosotros Mismos-.

Qué curioso, musita Amón, tanto buscar para hallarnos al final exactamente En el Principio de la búsqueda...; perdón, "exactamente en el principio" es un decir : al final llegaremos al Llegar-A-Ser de Nosotros Mismos, pasando de ser sólo una Teoría a ser una Realidad. Al fin y al cabo la Consciencia es el supremo parámetro; puede preexitir, pero no hay verdadera Consciencia sin Comprobación. La Existencia es la comprobación de la Esencia. Teníamos que extraproyectarnos en forma de Creación y de Universo, y teníamos que ir a esa Creación y entrarnos y perdernos en ese Universo para constatar por Nosotros Mismos que somos REALIDAD.

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M a n ú
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