Pues conmigo no contéis, dice Sui, y se levantó; Ni conmigo, ni conmigo, y Tatjenen y Makrou también se levantaron, y los tres salieron por el foro.

Seth venía acompañado por Shesmu, que o había bebido o estaba en éxtasis, y se sentaron en las sillas vacías al lado de los otros. A mí me gusta mucho más un buen infierno, dice Seth, ¡camarero, cambia ya las luces!, y todo se llenó de llamas de pega, aullidos de condenados y cosas de ésas, pero en un volumen demasiado alto para cualquier conversación, así que el volumen del aullerío fue bajando hasta un nivel razonable apenas perceptible. Seth venía en plan de regente temporal de los universos, y había que obedecerle, pero sólo hasta cierto punto, con arreglo al Protocolo, y sin pasarse ni un pelo de las regias atribuciones inherentes al cargo. Pero fastidiar puedo todo lo que me dé la gana, dice Seth; Todo no, ex-querido, dice Neftis, sino sólo en el campo limitado de tus funciones especialmente analíticas; Ra y Kebhouet y yo misma estamos al loro : Transgrede y verás lo que te ocurre.

¿Y a mí no me cuentas?, dice Shesmo, yo estoy en éxtasis, pero no le quito ojo, y le dió un pescozón irreverente entre la nuca y la chaqueta, pórtate como es debido, y todo irá como una seda. Tú fuiste el que me las has hecho pasar canutas, dice Ra con furia agarrándole por la solapa (a Seth). te voy a dar un tortazo que te vas a acordar mientras vivas. Calma, calma, dice el dios de los Análisis (o sea Seth) procurando una tregua ventajosa para sus satánicos intereses, al fin y al cabo aquí se está hablando de potenciar el psiquismo, y eso se consigue en las adversidades... venciéndolas... ¿no?...

¿Es esto un sofisma o una falacia?, pregunta Ra a los otros no acordándose de lo que enseñaron en la Academia; Un poco mitad y mitad y otro poco falso silogismo por incompletud, dice Kebhouet que es una sabia; las adversidades fortalecen la voluntad y agudizan el intelecto, cuando tienen el sentido de ejercicios de practicidad ulterior, no cuando destruyen. ¿Y dónde encontrar el punto exacto donde comienza la diferenciación?, pregunta Seth retador en demasía; Grosero has sido siempre y lo serás, le acusa Neftis acordándose de los viejos tiempos en que estuvo enamorada del imbécil; el punto exacto de la diferenciación está en la intencionalidad, no es objetivo, sino relativo y proporcional al efecto deseado; te quieres cargar a Ra, no hacerlo fuerte y poderoso. ¿Un juicio de intenciones?, pregunta Seth, ¿y que pasa ahora con el fuero interno? Que no hay tal fuero, responde Shesmu, que como dios del Vino conoce perfectamente las influencias exógenas del alcohol. Ese fuero al que te refieres fue una de tantas invenciones tuyas para escaparte de la ley de la continuidad. Seth enrojeció hasta las orejas.

Lo que no me explico, dice Ra, es para qué necesitamos a este canalla. Para probar y mensurar la coherencia de la Síntesis, dice Neftis; sin mi exmarido aquí presente nunca sabríamos si las estructuras son válidas o inválidas, y estaríamos en riesgo permanente de equivocarnos en el todo y en cada parte.

Todos bebieron de sus copas en silencio, reconociendo y comprendiendo que la razón fulguraba en las palabras de la diosa : Seth es imprescindible para la consolidación de la realidad; su vector descendente, satánico, gravitatorio, el Espíritu de la Pesantez, que es Seth, la Entropía, es lo que da razón y sentido a la reacción contraria y contradictoria que es la Vida eternamente ascendente. Sin Seth seguiríamos para siempre en una única nube galáctica de gas inerte, fofa e inmóvil, carente de toda posibilidad. Encambio Seth mató a Osiris, lo destrozó, lo diferenció, y la perfecta unidad quedó rota para siempre, pero a la búsqueda de su reconstitución, excepto de su debilidad de origen. Seth pudo matar a Osiris, pero ya no puede matar a Xir, que es el nuevo nombre de Osiris. Y Seth lo sabe y acepta heróicamente su papel.

No..., si en el fondo no es mal chico, dice Ra ofreciéndole un cigarrillo.

M a n ú
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