Capítulo IV

Tauin ( 17 )

*******/*******

Uuuuffff, qué cosas, mamaíta....., dice Bes desperezándose, si la variación es sólamente una ilusión, pues mira, casi mejor, así es más divertido que vivir en la siberiana uniformidad pre-ontológica todo el rato; ¿De qué está hablando el enano este? pregunta Bast; De la situación plevia a la apalición del Univelso; y no hace falta ni decir quién respondió; en mi país hay mucha gente que clee en el Vacío, en la No-Dualidad, o sea, en lo uno continuo y sin nada dentlo; eso es a lo que el enanito se lefiele con la explesión "unifolmidad ple-ontológica", a la Continuidad en sí misma, como la de un ovillo de lana antes de tejel el jelsey.

Un buen ejemplo, si señol, dice el músico de la balalaika, el jersy de lana parece contener diversos dibujos y figuras, peso es sólo un único hilo que va y viene y se entrelaza consigo mismo continuamente: Tenemos en él pues el esquema de la Continuidad y de la Ontología en una sola y misma pieza. Es lo que yo iba a decir, dice Bes, que siempre será mejor que los jerseis tengan dibujitos que no que sean lisos, -o menos aun que sean un hilo reliado al cuerpo-; un jersey en condiciones debe abrigar y adornar, -(lo útil y lo bello inútil)-, dos conceptos que mutuamente se complementan, ¿no es veldal?; si señolito; y es por esto por lo que la Continuidad queda pasivamente a merced del gusto personal de la Consciencia de cada especie de seres y de cada cual; no os vayáis a creer que un árbol es percibido igual por una abeja que por un cocodrilo, ni como objeto ni como significante, continúa explicando el enanito de 4 años, y es posible a lo mejor que para la abeja no signifique ni siquiera discontinuidad, sino un todo continuo de un paisaje gris donde lo único que destacan son los sitios donde hay polen. Muy ingenioso, pequeñito, concede Bast, quieres decir que lo óntico o "real" es una función de los intereses de cada cual, que a su vez están en función de las necesidades; Justo, exacto y pleciso, señolita, dice Bes, que se confunde de interlocutor a cada paso, nosotros vemos de color azul al cielo diurno porque ese color es el que más conviene a nuestros cerebros en este caso, pero si nos conviniera más verlo naranja, lo veríamos de color naranja.

¿Y dónde queda la Objetividad? pregunta la diosa Gato, ¿en las interrelaciones intersubjetivas?; Exactamente ahí, honolable señola, dice el chino, la lelación entre sujetos de la misma especie es una suelte de complicidad pala la mutua ayuda de sus individuos, que así se defienden en glupo de los difelentes, que pol definición son siemple hostiles, o casi siemple; en el fondo, nadie está del todo segulo de si lo que uno pelcibe como "azul" es exactamente lo mismo que lo que cada uno de los demás pelcibe como colol "azul", pelo como la misma palabla se aplica a todas las cosas que uno ve como "azules", se confolma y se lo clee, -se clee que todos están viendo el mismo colol-; Pues eso es terrible, ¿no?; En el fondo sí lo es, señola, pues puede indical que uno está más solo que la una, pelo en la pláctica es fabuloso, polque le da seguilidad a cada uno.

¿Otla balalaikita?, y sin esperar a ningún asentimiento Zedfank se lanza a un guitarreo; es un virtuoso de todos los instrumentos, de todo lo que suena; es como el Señor de todas las orejas del mundo; y además canta; en otro tiempo se llamaba Orfeo por algunos sitios, y Zedfank por otros, y de muchas otras maneras por todas partes; su título más famoso e importante es el de Cantor de los Dioses, y como tal se encuentra siempre cerca de donde hay alguno. La canción y la música de Zedfank se extiende instantáneamente a todas partes y a todas las lejanías, diferentemente y uniformemente, en onda portadora y en modulación; es un canto que suena entre los pájaros y entre las ballenas, entre la fronda del bosque al pasar el viento y en las palabras de los hombres, entre los rumores de los torrentes y del mar, en el trueno de las nubes y en el de los terremotos y los volcanes, es siempre la misma canción y la misma música, en cada caso diferentemente escuchadas por oídos diferentes, pero siempre igual y la misma, -el rodar eterno de las burbujas de los átomos de los átomos de los átomos-.

M a n ú
http://www.kronos.org