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LA HISTORIA SE REPITE
por:Blanca Karina Gallegos

Esto era grave.

Necesitaba aclarar sus pensamientos, así que fue al armario y lo sacó: era el pensadero. Pensó que estaba igual a la ultima vez, y de repente, un pensamiento le nublo los ojos verdes: Dumbledore. Tanto que lo necesitaba en ese momento, pero, pensó, no se puede revivir a los muertos. Lo tomó y se lo llevo con el hacia el sótano, no quería que Ginny se alterara.

Tomó una silla y empezó a recordar... hacia mucho tiempo que había salido de Hogwarts, irse a vivir con Sirius y olvidar por completo a los Dursley, estudiar por cinco años para Auror, graduarse, conseguir trabajo en el ministerio, después casarse con Ginny y por último tener 2 hermosos hijos: James y Lily. Ginny y el habían decidido ponerles esos nombres en honor a sus padres. James era un pequeño niño de 4 años, pelirrojo, bajo, con pecas y unos hermosos ojos azules, muy buen jugador de quiditich para su edad. Lily era una hermosa bebe con pelo color negro azabache, ojos verdes y tan hermosa como su madre, y por algo, el sentía que necesitaría lentes. . .

Harry dejó de vagar por su mente y se concentró en su último año en Hogwarts, sobre todo en un persona:

Draco Malfoy

Encontró lo que quería y lo coloco en el pensadero, entonces observo:

El estaba en el despacho de Dumbedore, con el mismísimo Dumbledore a su lado, y enfrente estaba ... Voldemort. Su sola visión le causó un tremendo escalofrío. Recordaba muy bien lo que había sentido en ese momento: pensaba que le faltaba solo un poco, solo faltaría otro Avada Kedavra, terminaría la pesadilla. Levantó su varita y estaba a punto de decirlo cuando se abrió la puerta. En el umbral estaba nada mas y nada menos que Draco Malfoy. Por un fugas momento pensó que había ido a ayudarlos, pero vi que sonreía, esto hizo que se desconcertara mucho. De repente Draco empezó a caminar hacia Voldemort. Este le devolvió la sonrisa a Draco. Y empezó a hablar con esa voz que a Harry todavía le helaba la sangre.

-¡ah! Creo que ya conocían a Draco, mi sucesor. Estas palabras hicieron que Harry se quedara paralizado, hasta que por fin pudo decir:

-¿pero, como?

-Muy simple- respondió Voldemort - Lucius me lo presento, el tenia muchas ganas de conocerme, pero enseguida note unos dotes y odio sin igual, casi iguales a los míos, ¿verdad, Draco?

Este sonrió aun más.

Harry estaba a punto de lanzarles el Avada Kedavra, cuando Draco gritó:

-¡Explelliarmus!

Lo último que Harry vio antes de estrellarse, fue a Dumbledore desplomándose en el suelo. Desde el lugar en que cayó, pudo ver como salía del dedo de Voldemort un hilo negro, que daba fusto en la frente de Draco. Lo supo en ese momento: Dumbledore debía estar muerto.

-Ahora sigues tu- miró a Harry- ¡mátalo, Draco!

Y se rió con una con una risa amarga, si chispa de alegría.

Pero Draco en vez de matar a Harry, se volvió hacia Voldemort y dijo a lo bajo:

-Avada Kedavra

Lo último que vi Harry fue la cara de horror que puso Voldemort, y un segundo después, era solo un montón de ceniza verde. Draco se volvió hacia Harry y dijo:

-Ahora si sigues tu.

Pero en ese momento se volvió a abrir la puerta. Esta vez eran Ron, Hemiore y Ginny.

Hermione levantó su varita hacia Draco y dijo:

-¡Expelliarmus! Draco salió despedido, con la varita en el suelo, y cuando callo, desapareció, igual que su varita.

El Harry real dejo de mirar el pensadero, poniéndose a pensar en que debía hacer.

Todos sabían lo de Draco. Sabían que al igual que Voldemort, había estado viajando por el mundo para aprender más sobre las artes oscuras. Paro apenas un año antes se había levantado, igual que su predecesor, Voldemort, sembrando el terror por todo el mundo, haciéndose llamar Lord Draco, consiguiendo muchos seguidores ( la mayoría antiguos mortifagos y ex -alumnos de Slytering). Y según contaban, el ahora hablaba lengua Parcél.

Pero ese día le había llegado una carta, una carta que podía acabar con su felicidad, para siempre. La volvió a sacar y leyó.

A Potter:

Te reto a un duelo conmigo en las afueras de Hogsmeade hoy o muere cobarde, igual que tus padres.

Lord Draco

Había estado pensando en eso desde que salió de el Ministerio, mientras que Ginny se había quedado por unos asuntos pendientes que tenia, mientras que los niños estaban con Sirius... ¡Sirius! Pero de repente se calmo, no, mejor era no molestarlo. Para el, Sirius era casi como un padre, y ahora parecía todo un abuelo. Se acordó de Ron y Hemiore, pero estaban de vacaciones, y no quería estropeárselas. Desde que Ron era jugador de quiditich y Hemiore era maestra de Transformaciones en Hogwarts, tenían mucho dinero, mas que cuando eran jóvenes.

Después de esto le asalto una duda:

- ¿Si voy?, si no voy pareceré un cobarde, pero si voy, vengaría la muerte de Dumbledore... pero podría morir- este pensamiento hizo que flotaran unas dudas. ¿Si moría, le pasaría lo mismo a Ginny y a los niños? De repente un recuerdo lo sorprendió: Los Dursley. Lo ultimo que había sabido de ellos es que la tía Petunia había muerto, Dudley era dueño de la empresa de taladros, casado y con una pequeña niña, a la que supuso, la consentirían igual que a el de chico, y el tío Vernon estaba abandonado en un retiro. Si a Ginny y a el les pasaba algo, sus hijos irían con el, esto lo horrorizo... no quería que sus hijos sufrieran lo mismo...

De repente recordó algo que una vez le dijo Dumbledore le dijo: “ La historia siempre se repite, y nosotros no podemos hacer nada” No quería que se repitiera, no quería...

Siguió en sus pensamientos, pero de repente recordó algo que venia en la carta. La saco y la releyó, pero se detuvo en una parte:

(O muere cobarde, igual que tus padres)

¿Eso significaba que había un traidor entre ellos?

En ese momento llego Ginny, junto con los niños, esto ayudo a que su mente se despejara un rato, mientras ayudaba a acostar a la pequeña Lily y después contarle uno de sus partidos de quiditich en la escuela a James y después fue a la sala, donde se encontraba Ginny haciendo un reporte para el ministerio. La besó y tomó el periódico El Profeta. En el estaba la profesora MacGonagall guiñándole un ojo. Desde la muerte de Dumbledore ella había ocupado su lugar, y Hemiore era la nueva maestra de Transformaciones.

De repente se escucho un ruido.

¡PUM! Tumbaron la puerta.

Era Draco.

-Hola, Potter, como no llegabas, decidí venir a buscarte, no sea que te hayas acobardado- dijo esto con una voz que se le hizo familiar a Harry, como la del profesor Snape.

-¿Qué pasa? - pregunto una pequeña voz en el pasillo. Era James.

Harry tomó su varita. Pero era tarde. James yacía en el suelo muerto.

- Protege a Lily, Ginny, ¡corre!- gritó Harry. Escuchó sus pasos por el corredor, y luego entrar en el cuarto de la bebe. Draco solo lo miraba.

-El famoso Harry Potter, tanto tiempo sin verte- sonrió con una sonrisa igual a la de Voldemort- No sabes cuánto he deseado este momento. Derrotar a el que Voldemort no pudo, pero voy a demostrar que soy mejor que el...-

Harry supo que era su fin, pero gritó:

-¡EXPELLIARMUS!

Pero a Draco no le hizo nada.

-Avada Kedavra- dijo Draco, con una sonrisa en sus labios. Los defraudo, defraudo a Dumbledore, a Ginny, a sus hijos, a todos... Lo último que vió fue una cegadora luz verde.

Después de matarlo, Draco fue hacia el cuarto donde se encontraba Lily y Ginny, quien intentaba escapar por una ventana sobre una escoba.

Al ver a Draco, trato de salir, pero Draco la tiró con un hechizo. Ginny trato de proteger a la niña, hasta que Draco la mato. Pero de repente paso una cosa, una cosa que había pasado hace 25 años. Draco le mando la maldición a la niña, pero la maldición reboto y dio contra el. Draco, casi muerto, huyo de la casa, con Neville Longbottom esperándolo. La niña se quedo llorando, con una peculiar cicatriz en la frente en forma de rayo... tal vez Dumbledore tenia razón, la historia se repite, y no podemos hacer nada...

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