III. APUNTES PARA FUNDAMENTAR LA ETICA

 

LA FUNDAMENTACION ETICA

 

Las categorías básicas que permiten la elaboración de un pensamiento ético son la Libertad y la Responsabilidad.

 

1. La Libertad Etica

La capacidad del hombre de autodeterminarse, de asumir la dirección de su vida, y de ejercer esta capacidad en una acción concreta, lo determina como hombre libre y en cuanto libre, un sujeto ético. La posibilidad de la autodeterminación introduce lo ético en lo que se refiere al hombre.

 

Para que haya una acción moral, es necesario que junto a la acción voluntaria (libertad de voluntad) haya una elección (libertad de elección o libre albedrío). La libertad por lo tanto, no es una acción física sino una cuestión moral (es intrínseca a la acción moral) y en el ámbito de la moral no solo hay libertad, sino que, no puede no haberla.

 

La libertad moral es la posibilidad de ejercer una acción moral. No consiste solo en la posibilidad de elegir, sino que en la medida de esa elección, que contribuya al crecimiento verdadero de la persona. Esa elección no solo se refiere al enfrentamiento de posibilidades elegibles, sino además, significa una elección sobre sí misma a favor o en contra del bien o de la verdad. Por lo tanto el referente de la libertad humana no es la ley sino la verdad, ya que sólo por medio de ésta, se encuentra la misma libertad. La verdad orienta la libertad, la encamina a su plenitud y permite la convivencia humana.

 

Libertad es la es la facultad de disponer de si mismo; de obrar (o no obrar) por sí mismo acciones deliberadas. Estas alcanzan su perfección cuando se realizan en virtud del bien supremo. Caracteriza los actos propiamente humanos, actos voluntarios y responsables del autor, es decir, hace al ser humano responsable de los actos de que es actor voluntario (es propio del hombre actuar deliberadamente).

 

La responsabilidad significa la ejecución reflexiva de los actos, ponderando las consecuencias del bien y mal en cuanto a alcanzar cuotas mayores de humanización, crecimiento individual y social.

 

En el campo cristiano se estima la ausencia de principios seguros, que garanticen las relaciones justas entre los hombres, de no ser por la existencia de una verdad trascendente, por medio de la cual, el hombre conquista su plena libertad. De no reconocer esta verdad trascendente, triunfa la fuerza del "poder interesado" que no respeta el derecho de los demás.

 

Hasta que el hombre no llegue a encontrarse definitivamente con su último bien que es Dios, la libertad implica la posibilidad de elegir entre el bien y el mal, y de por lo tanto crecer en perfección, o de flaquear y de pecar. La libertad hace al hombre responsable de sus actos en la medida que éstos son voluntarios. El progreso de la virtud y el conocimiento del bien hacen crecer el dominio de la voluntad.

 

Libertad humana significa responsabilidad del sujeto (que a su vez supone libertad). La mayor o menor libertad del sujeto implica mayor o menor responsabilidad conductual.

 

El derecho al ejercicio de la libertad es una exigencia inseparable de la dignidad del hombre. En la medida que la persona hace más el bien, se va también haciendo más libre.

 

2. Notas Antropológicas

 

La libertad hace comprender al hombre como proyecto, ya que conjuga la responsabilidad frente a la realización y crecimiento de la humanidad.

 

La Antropología es el factor clave para la reflexión ya que constituye un horizonte ético, siendo la realización de la persona en sociedad su preocupación central. Es la base por la cual elabora su reflexión. Entrega orientaciones en cuanto a la responsabilidad de crecimiento tanto en lo personal (mayor dignificación) como en lo social (mayor humanización).

 

En cuanto a la ética, la persona es básicamente un "ser para el encuentro". En éste, la persona se descubre como sujeto frente a sí mismo ("yo") y alteridad frente a otros ("tu"), dentro de un contexto social ("nosotros").

 

El crecimiento de la persona gira en torno a la subjetividad (formación de una personalidad que repercute directamente en la relación con los demás); la reciprocidad (relación constante con los demás) y la responsabilidad social (hacerse parte de los demás).

 

El hombre es un ser social. Conmuta relaciones que le permiten determinar su identidad. Su capacidad de alteridad se manifiesta por ser escencialmente indigente; tener sentido de pertenencia (formar parte) y de apertura al encuentro con otros.

 

La responsabilidad colectiva es positiva en la medida de la existencia de la solidaridad para superar el mal.

 

En cuanto a su afectividad, denota tener sentimientos que llevados a la práctica supone sentido de responsabilidad y por lo tanto de consideración ética.

 

El sentimiento más fundamental es el amor que el mismo bien despierta; amar es el desear el bien a alguien. Se dice que los sentimientos son moralmente buenos cuando contribuyen a una acción buena.

 

RACIONALIDAD ETICA

 

La ética es una consecuencia de la razón, ya que dentro de la racionalidad busca descubrir el significado auténtico de la realidad humana. Sólo la razón da válida cabida al discurso ético.

 

De la acción humana, se constatan sentidos que se convierten en fines conseguidos por previa aceptación de preferencias. Las preferencias éticas son elegidas racionalmente con imparcialidad y bajo estricta "pureza original". Sólo así se puede configurar la justicia como imparcialidad racional, criterio por medio del cual se orienta éticamente la historia humana. Además, la racionalidad ética se concreta en el principio de responsabilidad.

 

De lo anterior se deduce que la ética se mueve dentro de la racionalidad crítica (organizada mediante el diálogo entre las personas), orientada a descubrir el auténtico significado de la realidad humana. La ética dialógica puede ser la base para construir y vivir la racionalidad ética en el momento presente.

 

¿TIENE LA ETICA FUNDAMENTO FILOSOFICO?

 

En la ética se compromete el destino del hombre en su más trascendente proyección., aunque no sepa a qué está llamado a ser, cuál es su fin y qué sentido tiene su existencia.

 

Sin embargo efectivamente tiene una razón de ser, que la vida sí tiene un sentido. Sin que nadie la programe o dirija se orienta hacia sus propios fines.

 

El hombre proyecta su vida con los talentos que le han sido dados, pero que como todo proyecto tiene un fin.

 

La ética ha ocupado un lugar en la filosofía desde el surgimiento mismo de la filosofía. La responsabilidad ética en filosofía ha sido llevada a la sabiduría.

 

Si la moral fuera lo que a uno mismo le complace, confirmando o validando los actos, entonces se adecuaría la moral a medida, convirtiendo la medida moral en nuestros propios intereses y no en el proyecto de un destino.

 

La filosofía definió por "felicidad" el proyecto de la vida propio del destino humano. Esta felicidad es iluminada por la idea platónica del bien.

 

Pero la moral no es necesariamente una doctrina filosófica. Un ejemplo de ellos son los mandamientos, que siendo el mayor imperativo moral, no tiene su origen en la filosofía.

 

En conclusión, la moral puede ser y no ser una disciplina filosófica. La vida humana conlleva de una manera espontánea un orden ético, que es a su vez la fuerza por la cual el hombre crece.

 

Este orden ético proviene primeramente del núcleo familiar (educación). En ella reside el primer aliento moral y sólo luego, saldrá a la conquista de su destino.

 

El primer ámbito ético es la familia. La filosofía moral viene después. Ella esta llamada a establecer el principio fundamental desde donde se edificará tanto el carácter como la costumbre. El principio fundamental ético se basa en tres pilares: la Libertad; la Virtud y el Bien, por los que la filosofía moral se encuentra asentada.

 

No hay cuestión ética sino en el ámbito de la libertad. En ella el hombre está entregado a su propio ser (quehacer). La virtud es la capacidad permanente de hacer bien hecho el trabajo de la libertad . En la libertad la acción virtuosa se prolonga. La libertad es para el bien y la virtud la capacidad de elegir bien (la obra buena). El bien entonces es lo que la virtud elige libremente.

 

Para Kant, la razón pura en sí misma, es la libertad. Lo que en definitiva determina la libertad kantiana es la ley moral. Se debe obrar de manera que el principio de una ley universal (moral) guíe la propia voluntad.

 

La ética de Aristóteles por su parte, es fundamentalmente una ética de virtud (disposición habitual y firme de hacer el bien) . La felicidad es para él la virtud misma.

 

La libertad de Kant es, a la vez, virtud y bien. La virtud en Aristóteles es, a la vez, libertad y bien.

 

La fuente esencial y escondida de la ética es el "amor", porque ahí es donde reside el bien absoluto, desde donde por medio de la virtud reside la libertad y finalmente la esencia de la moral.

 

FORMULACION DE LOS PRINCIPIOS MORALES

 

El razonamiento moral culmina con la formulación de principios éticos.

 

El juicio moral es el acto mental que afirma o niega el valor moral frente a una situación o comportamiento. Por medio del juicio moral se pretende la búsqueda de la verdad.

 

El juicio moral se pronuncia sobre la presencia (o ausencia) de un valor ético, en una situación o comportamiento concreto.

 

Principios:

 

Los principios morales se entienden como direcciones del valor. Por ejemplo " ama a tu prójimo como a ti mismo", es decir, lo que quieras para ti, hazlo a los demás.

 

Los principios éticos orientan y dirigen al sujeto. Se visualizan, en una realidad concreta sus consecuencias, identificando la presencia de un valor.

Necesidad de Normas:

 

la norma establece el contenido del comportamiento (mientras que el principio dirige las actitudes). Las normas morales son necesarias para discernir lo que esta bien y lo que esta mal. Desde el punto de vista moral, se entiende por norma la obligación del valor moral.

 

Toda persona necesita conocer los límites precisos de respetar. Para ello utiliza mediaciones (valores morales) que se apliquen al comportamiento concreto.

 

En la aplicación de la norma existen dos posturas:

 

La deontológica, que postula a la validez de la norma independientemente de las consecuencias. Deja lugar para las excepciones o recurre a principios interpretativos que asumen la importancia de la circunstancias concretas para resolver problemas éticos conflictivos. (ejemplo de excepción: matar en legítima defensa, la guerra justa, la pena de muerte ).

 

La ética cristiana, que privilegia la atención al objeto moral y que defendiendo la postura deontológica, no rechaza considerar la teleología interior del obrar en cuanto orientado a promover el verdadero bien de las personas, sino que reconoce que éste sólo se pretende realmente cuando se respetan los elementos escenciales de la naturaleza humana.

 

La Teleológica, que se atiene a las consecuencias previsibles. Cae en el "consecuencialismo" si desconoce el discurso objetivo de la norma porque reduce a la ética a una apreciación subjetiva a partir de las solas circunstancias, negando la posibilidad de elaborar un discurso capaz de orientar al sujeto en las distintas situaciones.

 

También se hace la distinción entre la actitud moralmente buena o mala de la persona, y que depende la voluntad o falta de voluntad de tender hacia el bien;

 

y del comportamiento moralmente recto o erróneo, que depende del juicio en virtud, del cual una acción debería o no cumplirse.

 

CONCIENCIA

 

La conciencia es el núcleo más secreto y sagrado del hombre, en el que está solo con Dios, cuya voz resuena en lo más íntimo. Es aquella capacidad moral de la persona que le dice subjetivamente lo que es bueno y malo, y que le manifiesta su obligación moral.

 

Es un juicio de la razón por el que la persona reconoce la calidad moral de un acto concreto. La conciencia bien formada es recta y veraz; formula sus juicios según la razón, conforme al bien.

 

Frente a una decisión moral, la conciencia puede formar un juicio recto, conforme a razón y a la ley divina, o al contrario un juicio erróneo, que se aleja de ellas... El ser humano debe obedecer siempre el juicio cierto de su conciencia. La conciencia moral puede formar juicios erróneos por ignorancia (no siempre exentos de responsabilidad).

 

EL ENFOQUE DE LA LEY NATURAL

De acuerdo con este enfoque, existen siete valores fundamentales que se identifican con la esencia del ser humano.

 

1. La vida Respeto a todo lo que tiene vida (humana, vegetal, etc.).

2. La amistad Amor al prójimo.

3. El conocimiento Derecho a la instrucción.

4. Belleza Participación en lo que uno considera bello y alimenta el espíritu.

5. Alegría Tener buen ánimo

6. Religión Participación activa de la espiritualidad y purificación del alma.

  1. Racionalidad práctica Ejercicio de una vida consecuente en la búsqueda de los valores fundamentales.

 

Participar de estos valores fundamentales, hacen del hombre un ser más pleno, más humano. Atentar a los mismos significa ser menos humano, se actúa anti-éticamente; se contradice la voluntad divina pretendida para cada ser.

 

Toda persona esta llamada al compromiso con estos valores fundamentales. De dicho compromiso se derivan cuatro principios (éticos) de justicia personal a seguir por todo hombre:

 

a. No contrariedad No actuar directamente en contra de un valor fundamental.

b. Libertad A mayor libertad mayor es el compromiso con los valores fundamentales.

c. Reacción Toma de medidas para evitar acciones contrarias a estos valores.

d. Bien común Contribuir al bien común facilitando la participación de los demás de los valores fundamentales.

Estos principios son independientes de la cultura y tradición en la que se esta inserto.