Carta Centroamericana

Enero 2002

También en Kuna Yala hubo Navidad

 

CUATRO CENTROAMERICANOS EN ROMA

Una fría noche del otoño romano se juntaron en la Piazza Irnerio de Roma cuatro claretianos de la Provincia de Centroamérica; dos por nacimiento: Pedro Hernández, nicaragüense, y Rodolfo Morales, guatemalteco; los otros dos, centroamericanos por los muchos años vividos y entregados en tierras centroamericanas: Agustín de la Serna y Pedro García.

Nos convocaba para tal reunión no sólo la deliciosa pizza italiana, a la que nos invitaban los que habitan en Roma, sino sobre todo el deseo de compartir nuestra vida y las experiencias de los últimos años, dado que nos vemos poco por las enormes distancias entre Nicaragua, Roma y Kinshasa (aunque dos de ellos viven en Roma, y se ven mas seguido).

Nos dimos cuenta que la distancia entre nosotros es solo geográfica, pues nuestros corazones se sintieron cercanos al ver que compartimos los mismos ideales misioneros y proféticos de Claret y de la Congregación, y porque amamos entrañablemente la tierra centroamericana aun estando lejos de ella. Nos condolemos con sus problemas y con sus miserias; y nos alegramos con su vitalidad y juventud perenne.

Así, el frío de la noche fue desapareciendo en la medida en que nos calentábamos con el buen vino romano, y con el calor de nuestra fraternal conversación. Que el Señor nos siga animando a cada uno en su respectivo campo de trabajo: Agustín de la Serna en el Archivo General (Roma), Pedro García en el Giuridicum (Roma), Pedro Hernández como formador en Kinshasa (Congo) y Rodolfo Morales como formador en Managua (Nicaragua).

Esta cena fraterna nos fortaleció para iniciar con más bríos la

REUNIÓN DE PREFECTOS PROVINCIALES DE FORMACIÓN

Hace poco más de tres años la Congregación de Misioneros Claretianos en su último Capítulo General dio a luz el documento “En Misión Profética”, el cual ha venido marcando el caminar congregacional durante este tiempo.

En razón de ello, del 12 de Noviembre al 2 de Diciembre nos reunimos en el Claretianum de Roma los Prefectos Provinciales de Formación para evaluar cómo se van aplicando a la formación de los futuros misioneros las orientaciones del EMP. Con sus más y sus menos cada Provincia o Delegación fue compartiendo los pasos dados durante el sexenio. Estamos contentos con el trabajo hecho, pero a la vez convencidos de que hay mucho camino por hacer. Para ello, hemos de partir del hecho de que el EMP trae, no sólo unas cuantas alusiones explícitas a la formación, sino que el documento entero tiene que ver con la formación en cuanto que es una propuesta global del Claretiano como Profeta, para lo cual se han de preparar nuestros estudiantes en toda la Congregación.

Por eso, se nos urgió a los formadores durante la primera semana a implementar un estilo profético de formar, a asumir una metodología profética, a dar unos contenidos formativos radicales, proféticos y martiriales.

 Además, durante estos días de reflexión, en torno a la dimensión profética de nuestra vocación, se nos insistió en la necesidad de mantener una mirada constante al Tiempo y al Espacio (la Realidad) en que nos ubicamos. Efectivamente, EMP # 4 nos dice que toda Profecía tiene su contexto histórico y geográfico; es decir: la Palabra de Dios que proclama el Profeta responde a las urgencias de un tiempo y lugar determinado. Allí es donde se diferencia la Profecía de la quimera, y ésta es la novedad en la que insiste el EMP. 

EMP conecta con los relatos proféticos del Antiguo Testamento, pero especialmente con Jesús, el Profeta del Nuevo Testamento. A la vez, nos insinúa cómo San Antonio María Claret hizo siempre constantes referencias al tiempo y al espacio en que vivió y profetizó.

Nos preguntábamos en el Encuentro de Prefectos cómo traducir todo esto al campo de la Formación, y respondíamos que se necesitan tres elementos:

a)      Incorporar  a nuestra mentalidad el estar constantemente pendiente de la realidad.

b)      Capacitarnos en las técnicas de análisis de la realidad.

c)      Saber acompañar procesos formativos en los que ayudemos al formando a interpretar la realidad:

  • Aceptando la realidad tal como es (la propia y la circundante).
  • Preguntándonos por el significado de los hechos.
  • Investigando las raíces y causas últimas de los acontecimientos.
  • Transformando o reaprendiendo la realidad (con nuestra predicación).
  • Integrando aquello que no puede ser transformado.

En esa realidad analizada encontramos los grandes retos de nuestro tiempo, lo cual ha de llevarnos a replantearnos el cómo estamos desarrollando nuestro servicio misionero de la Palabra, y descubriremos los nuevos areópagos en los que hemos de predicar la Buena Nueva del Reino.

En la segunda semana trabajamos en torno al tema de Justicia, Paz y salvaguarda de la Creación. Fue una semana muy dinámica y enriquecedora, en la que analizamos los grandes retos que nos presenta el mundo de  hoy en clave de justicia y paz: el calentamiento global de la tierra, los migrantes, la falta de respeto a los derechos humanos, el tráfico de mujeres, el empobrecimiento en que vive gran parte de la humanidad a consecuencia de la deuda externa, la corrupción y otros males.

 Urge responder a estos retos trabajando desde la perspectiva del Reino, en comunión con otros y otras, en el marco de un diálogo profundo intercultural e interreligioso. (En la siguiente Carta de la Provincia se dará más información sobre este tema).

En la tercera semana reflexionamos, no podía faltar, en torno a la espiritualidad del Profeta de hoy y la necesidad de una profunda comunión con el Dios del Amor, que ve el sufrimiento de sus hijos e hijas. El medio propicio: una vida intensa de oración personal y una creativa oración comunitaria. Hace falta saber “perder el tiempo” (es decir ganarlo) en el silencio de la oración, dejando que Dios nos impulse a predicar la Palabra con el celo apostólico de San Antonio María Claret.

No quiero dejar de mencionar en esta nota informativa los Encuentros que tuvimos con los distintos miembros del Gobierno General, quienes nos iluminaron en torno al caminar de la Congregación por todo el mundo. Finalmente, quiero resaltar el sentimiento de unidad congregacional vivido estos días, pues nos reunimos claretianos de casi todos los continentes, con distintas lenguas, pero con una vocación misionero-profética común. Se pudo notar la unidad en la diversidad, en clave claretiana.

 

Rodolfo Morales, CMF

 


DEVOCIÓN  y  DIVERSIÓN  en  Metetí

 

El día 12 de diciembre se celebraron en Metetí, Darién, las Patronales de Guadalupe y el Noveno Aniversario de la Emisora del Vicariato “Voz Sin Fronteras”.

No se trata en esas fiestas prender una vela a Dios y otra al diablo. Ni se trata de abolirlas o  de separarlas por contradictorias e incompatibles. Más bien, se quiere integrarlas: hacer posible que la Virgen, vestida de Guadalupana, asuma ser Patrona tanto de la Catedral de Darién como de la emisora católica y positiva.. Una Protectora que sepa acoger y bendecir por igual a los devotos que le rezan  como a los que se divierten. ¿Cuántos de ellos en la procesión; cuántos en la diversión? Los mismos y unos pocos más, comentaba alguien socarronamente. Más de tres mil, cantidad fabulosa en un Darién despoblado.

La novena estuvo bien preparada, bien desarrollada, bien concurrida, muy participada. Día a día, por barrios y entidades.

El rosario de la aurora, del día 12, fue apropiado para los madrugadores. A los devotos dormilones los despertaron los voladores, los bombazos y los aullidos de los muchos perros de la vecindad. A las cinco de la mañana, Metetí cantaba a la Guadalupana al son de pasos, de cantos y de avemarías.

 La misa solemne fue radiada  por “Voz Sin Fronteras” para todo Darién y un poco más allá. Todos se mostraban deseosos de poseer en sí, por la Palabra y por la Eucaristía, al que es y da vida eterna.

 La procesión dio oportunidad a los nuevos tarsicios, recién comulgados y estrenados, de pasear a la Madre del que todo lo puede por las calles familiares y amistosas de la población.

El ambiente devocional del día fue penetrando el recinto abierto de la cancha deportiva y cultural de la emisora, en la que se iba a desarrollar el programa cívico-cultural de la tarde-noche y madrugada: danzas kunas de Paya (población situada en la cornisa fronteriza de Panamá y Colombia), cantaderas, poesías, tablas gimnásticas, pozo mágico, diversos shows y la actuación del conjunto típico de Alfredo Escudero: todo orden, todo decencia, todo armonía; chicos y grandes, abuelos y nietos, padres e hijos; todo en familia. El día anterior, y también a nivel deportivo, se celebró un cuadrangular de fútbol, una carrera ciclista para jóvenes y una caminata para valientes de la tercera, cuarta y quinta edad.

Año por año -y ya son nueve- VOZ SIN FRONTERAS en AM y en FM celebra así de esta manera, su presencia en Darién. Y, a su manera, la gente manifiesta su agradecimiento a la Emisora por estar día a día en los montes y selva, en los ríos y en el mar; por despertar conciencias y dar ánimo a los perezoso; por acompañar a los enfermos y dar ritmo a los sanos; por abrir caminos y acortar distancias.

Año por año, VOZ SIN FRONTERAS proclama que es posible organizar y celebrar grandes fiestas sin presencia de bebidas alcohólicas con las que tanto se acostumbra rociar las celebraciones familiares, culturales, ciudadanas y aún patriotas en Panamá. Alfredo Escudero comentaba a los componentes de su conjunto que, en cuarenta años, nunca había participado en una fiesta como la de la emisora en la que nadie toma licor y en la que nadie huele a alcohol. La Guadalupana, como Patrona, se siente feliz en Metetí al poder presidir y participar, por partes iguales, en los festejos con que sus devotos la honran con devoción fervorosa y con diversión sana.

P. Vicente Sidera Plana, cmf.


 

LA NAVIDAD DEL SEÑOR OBISPO DE COLON - KUNA YALA

 

Desde hace varios años, es más, desde que fue nombrado Vicario Apostólico de Darién y siguiendo luego como Obispo de Colón, Monseñor Carlos María Ariz siempre acostumbra pasar los días de Navidad, por diversos motivos, en los lugares más alejados y pobres de su jurisdicción. Muchos Misioneros de Darién y Kuna Yala lo recordarán y traerán a la memoria recuerdos de celebraciones navideñas, sobremesas, camastros de dormir y otros detalles, que se escapan a la memoria y quedan en la categoría de olvidados.

La excursión de este año 2001 es digna de reseñarse porque se ha verificado en los lugares más lejanos de la Diócesis, entre los límites de Colón con Coclé y Veraguas. La dificultad de locomoción y comuni-cación, producto de la orografía del terreno, el fango de los caminos, en expresión de la gente del lugar: "caminos terribles", y el tiempo crudo de invierno, a pesar de estar a finales de Diciembre, hacen más costosa la caminata. Pero las dificultades no le arredran al Obispo Misionero.  

Ha querido iniciar la celebración de los 500 años de los albores de la fe a estas tierras lejanas de la Diócesis. Colón llegaba, en su cuarto y desastroso viaje, a tierras de Belén desde Honduras, Nicaragua y Costa Rica, precisamente para celebrar la fiesta de Navidad de 1503, y puso el Nombre de Belén al río que separa las Provincias de Colón - Veraguas.

Para nosotros, equipo misionero, es motivo de estudio y reflexión. Nos recuerda que la tarea de la evangelización no acaba. Nos interpela sobre nuestras actitudes interiores frente a tantas realidades que nos condicionan consciente o inconscientemente.

Pero volvamos al viaje de Monseñor por estas regiones. Lo inició el día 20 de diciembre de 2001. El comienzo fue muy sencillo y relativamente fácil. Llegar a Coclecito, ya no es complicado a pesar de tener la carretera de tierra y a finales del invierno, y por tanto con hoyos y profundos lodazales. Se visitó la Comunidad, se dialogó con los moradores y se repartieron dulces y juguetes a los niños. Descansamos.

Al día siguiente llegamos, en carro, hasta la represa; visitamos la pequeña Comunidad de Nazareno y seguimos viaje río arriba hasta San Juan Bautista de Turbe. El bote se portó bien. Las abundantes aguas nos permitieron llegar sin tener que arrastrar el cayuco por las piedras del cauce del río, como solemos hacer en tiempos de sequía. Todo el pueblo se agrupó en torno del Obispo. No por aquello de "menea la cola el can...", sino porque el pueblo de San Juan recibe siempre al Misionero con simpatía y afecto. Descansamos todo lo que nos permitieron descansar los cantos y la música de los naturales del lugar.

El día 22 fue el más difícil. Largo, todo el día; por aguas del río, no tan profundas como hasta San Juan, que nos hicieron desmontar varias veces del cayuco; por caminos de lodo, donde el Obispo tuvo que echarse los zapatos al hombro y caminar descalzo; a caballo, prestados por la gente buena. Al caer el día llegamos a Calla Larga.

 

 

Todo el día 23 lo pasó el Obispo compartiendo con la Comunidad cristiana de Calle Larga. El día 24 lo iniciamos junto a la boca del río. Nos esperaba un camino fluvial, de 60 Kms., que nos llevaría a la Comunidad de Belén, meta de nuestro viaje. El pueblecito de Belén tiene el orgullo de considerarse, según la tradición, como el primer pueblo que celebró la Fiesta de Navidad en el Continente. Según historiadores, Colón no celebró la Navidad,

sino la Epifanía; pero vete tú a quitarles a los naturales el peso de la tradición. Celebramos Noche Buena y Navidad en Belén. Hubo Bautizos, Confirmaciones, Confesiones y Misa "pontifical". Fue una celebración bastante tranquila y muy hermosa.

El día 26 regresamos por aguas del río y mar hasta Caimito. Más Confesiones, más bautizos, más Confirmaciones. Había que aprovechar el paso del Señor Obispo. No nos detuvimos a pasar la noche, sino que seguimos hasta Coclé del Norte. Allá nos esperaban los Congos: bailaron ante nosotros; recordaban, con sus movimientos, la resistencia del espíritu humano ante las adversidades y la ruta de los contrabandistas del istmo; éstos llenaron el vacío de las ferias de Portobelo, clausuradas en 1736.

El día 27, después de viajar 2 horas por mar, hasta Gobea, arribamos a Colón en Carro. Una excursión episcopal con muchos trabajos, sudores y lodos; pero también, con muchas alegrías y satisfacciones. Nos quedamos a la espera de la acción de Dios en estos pueblos visitados y pidiéndole fuerza para seguir trabajando nosotros, con ilusión y espíritu de perseverancia.

Eduardo  H. Alfaro Salas, cmf.
Misionero del Lago y Costa Abajo

¿ TRES EN UNA O UNA EN TRES ?

No hagan discusiones inútiles. Han sido tres fiestas, y a lo grande, para festejar una sola realidad: Navidad; y ha sido una celebración en tres ocasiones y lugares distintos.

Todos los años nos reunimos los Claretianos de Panamá para estrechar sentimientos y compartir ilusiones misioneras en torno a una mesa, donde abunda el pan y el vino, y alguna que otra cosilla de relleno. El motivo de estas reuniones es la Navidad y las "navidades" de algunos de nuestros hermanos..

 

Todos los martes del año, (casi todos), hay reunión en María Chiquita. Por supuesto que el martes 25 de Diciembre no fue nadie a "la playa"; lo dejamos para el jueves 27. Ese día se hicieron presentes Claretianos de Panamá, de Colón, de Escobal y de Kuna Yala. Mons. Ariz estaba invitado, pero se encontraba de gira apostólica por la tierra de Belén. (Vean en otra página).

Además de la Natividad del Señor, recordábamos la de nuestro P. Ángel Del Molino. Muchos diciembres lleva encima ya, pero la rueda Del Molino no termina de dar vueltas por las aulas del Seminario.

Alguna que otra vez nos lo encontramos cantando la "Verbena de la Paloma", en la persona del Boticario D. Sebastián, o remedando el "canto" del burro en Santo Domingo de la Calzada... pero normalmente es un Padrecito bueno, formal, serio, buen jugador de la baraja, que semana tras semana nos trae los aperitivos del almuerzo... Ha tantos años que tiene este oficio, que se lo sabe de memoria. Conoce los gustos de todos los comensales: de Medel, de Juan, (por cierto: Juan Sanz ya se vino a su nuevo destino y lo está pasando en grande), del Provincial, de todos los que acudimos a esa casa, recién renovada por Medel, que nos da refugio todas las semanas.

 

 

En esta ocasión, y a petición de todos los presentes, hizo el papel de D. Sebastián y nos dio la receta de la risa.

El P. Juan se sentía en su casa, parecía que no la había dejado nunca. Desde su puesto, cabecera de la mesa y siempre de pie, parecía decirnos a todos los comensales: "la semana pasada..."; pero luego dejó la cabecera y se fue en busca de "su trago" preferido. Vean cómo lo disfruta y qué mirada echa al fotógrafo!!!

Una cosa le ha fallado este año a Juan: el belén de la Parroquia de la Virgen del Carmen. Medel no podía esperar a que Juan llegara; además, la experiencia y el éxito del año pasado le daban alas para dejar todo terminado antes de que llegara Juan. Dicen que la competencia es fuerte; que el tribunal está dividido y no sabe para qué lado inclinarse. La gente, según algunos, se inclina por el de Medel; la bolsa, según el contador, se inclina por el de Juan. Seguro que el próximo año lo monta Juan.

 

La segunda etapa fue el 31 de Diciembre en el Santuario Nacional: despedida del año, bienvenida del 2002; pero sobre todo: "dies natalis" de Marco Antonio. Ya habíamos pasado otra natividad el día 21: la del P. Francisco Oscoz. También hubo fiesta en el Santuario, pero no podía menguar a la del 31.

El mismo Marco Antonio se encargó de servir a la mesa, empezando por los más necesitados: Campos, Hernández, Chinito Lee... Gabino no quiso que le sirvieran,

él mismo se levantó de su "alta" sede y se fue cojeando a buscar su comida. Mientras tanto, no sabemos con qué tono y cómo dividió palabras, alguno gritaba desde su puesto: "ven ga vi no"; Marco Antonio, chico inteligente de Nicaragua, el hijo de "La Melucha", (y de tal palo tal astilla), se dio por aludido, y nos trajo tres botellas del "Marqués de Cáceres", que había tomado en la Nunciatura, donde trabaja. Suponemos que con el permiso del Sr. Nuncio, porque nuestro "Emérito Marcos Zuluaga", amigo íntimo del Nuncio, pues el Nuncio se derrite por los vascos, daba la aprobación con bendición solemne

Aramendía, "el poético" según nuestra cocinera Mini, le hizo unos versos al Nica; los cantamos a los acordes de una guitarra vieja que Quincho encontró en el tercer piso de la casa, cerca ya de las falsas de la iglesia.

Sería bueno ponerlos todos aquí, pero no queremos cansar a los lectores con tanto escrito. Les digo en pocas palabras las ideas principales que contenían dichos versos:

- Nica andariego, hijo de Doña Mélida.
- Amigo de animales, con zoológico en el jardín.
- Secretario del Nuncio, con secretos bien guardados.
- Licenciado en Derecho,
- Administrador del SICA, que reparte alegrías mensuales a los jubilados.
Y otras muchas cosas más, que no me acuerdo. 
                              

Estuvo bien la fiesta; tanto, que ya acordamos repetir algo parecido para el día 10 de Enero.

Cerramos la Fiesta de la Navidad con el natalicio de Jesús Aramendía y José Joaquín González. Dos almas gemelas en ideales misioneros, enamoradas de Darién y sus ríos y sus gentes, con un poco de "músico" y de "poeta" dentro de cada uno...

Vicente Gil, preocupado por el qué poner a la mesa, estuvo tres días persiguiendo liebres por los mercados de Panamá. No encontró ninguna; siempre recibía la misma contestación: "hace un momento vino una señora y se llevó la última que tenía..." Vicente tiene un gato, lo cuida con esmero, no hay miedo que nos lo encontremos en ...

Pero hoy es la fiesta de "Chus" y "Quincho"; volvamos a ellos. "Chus" estaba contento. Setenta y tantos años, (cuántos tantos?), según decían los versos del Tamborito. Vividos y revividos con toda clase de detalles: Barbastro martirial, Salamanca (Cicerón y Homero), Palaestra Latina, USMA de Panamá, El Faro, Formador en Mercedes Norte, Maestro de Novicios en Santa Tecla, Darién de Ankoré y sus Chocoes, Santa María del Cachiquel Jesús, Residencia de Panamá... Has dado muchas vueltas, sembrando los campos del Señor, no te marees de contento al recoger los frutos.

Quincho es un joven activo, inquieto y andariego, (podemos meternos con la andariega Teresa), el hombre de las tres cosas a la vez en distintos lugares. Hoy ha sacado tiempo para estar en casa y dejarse festejar por los hermanos. Se trajo la vieja guitarra y le sacó algunos suspiros melodiosos.

El "poeta" y el Músico, componiendo y cantando para alegrar su propia fiesta... ¡¡¡habráse visto!!!

Pero Chinito Lee y Lamberto picado salieron al quite y quitaron esas admiraciones. Hay otros "poéticos" entre nosotros. Chinito dejó que el "amigo de Cicerón" leyera este poema: (Desde ahora pido perdón a todos los que no están muy al corriente en esta lengua ciceroniana):

 

“Dilecte mihi admodum in Domino, JESU, e clara nobilique Gente “ARAMENDIA” orto.

Sexto et septuagésimo recurrente anno Tuae Natalis diei,

Deum Optimun Maximun enixe adprecor TE, ad imaginem Christi Summi Aeternique Sacerdotis apprime conformari,

Teque virtutibus ómnibus Legiferi Patris Nostri abunde decorari.

Verus filius Inmaculati Cordis Matris Nostrae nominari pssis et sis!

Dum fraterne simul et laetanter faustae diei recordationem celebramus, et quiden ‘Missa et Mensa’, TIBI, JESU,

quaeque bona, quaeque iucunda, quaeque sancta, hac dulci aurei vini libatione,

OMINAMUR !.”

  

Lamberto susurró al micrófono:

 Jesús Aramendía, Jesús bueno, Jesús humano, fraternal, poeta, Jesús de Guatemala, dulce y verde, buscador de misterios, alma inquieta, que buceas por tierra, mar y cielo, en busca de verdades, y bellezas...

Jesús Aramendía, Jesús bueno,
tienes tus redes de pescados llenas,
no te importe, si la barca anclada,
se consume nostálgica en la arena...
Tú has sido: faro, marinero, espuma...
guerrillero de a pie, sancho y profeta...
hoy, con tu fe y tu luz, muchos dormidos
tal vez surjamos de la obscura siesta...
 Jesús Aramendía, Jesús bueno,
que alegras con tu lira cada fiesta,
y nos haces sentir, en pleno otoño,
que aún hay sabia que rueda, tierna y fresca...
nos lo dices con música y palabras,
con el ritmo vetusto del asceta,
con la rima sabrosa de Berceo,
y la mística gracia de Teresa...
 Jesús Aramendía, Jesús bueno,
yo no sé si haces versos o si rezas,
o si sacas del horno de tu ingenio
caliente el pan para la hambrienta mesa,
o si son un regalo de tu sangre
para el júbilo, el llanto o la sorpresa...
 Jesús Aramendía, Jesús bueno,
no pretendo pagar con mi pobreza
con estas turbias y maltrechas rimas
el fresco amanecer de tus poemas...

La Navidad terminó para nosotros, en cierta medida, el 10 de Enero. Seguimos con la esperanza de celebrarla otra vez, todos juntos, este año que comenzamos.

 

José Sentre, cmf.

   

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