“SIGLO Y
MEDIO DE FERROCARRILES EN ARGENTINA”
Por Alfredo
Armando Aguirre
El treinta
de agosto del año en curso (2007),se conmemoran, los 150 años en que realizó su
recorrido inaugural, entre la actual plaza Lavalle y la actual estación
Floresta, poco mas de
El texto de
Este siglo
y medio, es susceptible en nuestra óptica de ser visualizado como una parábola
del acontecer argentino. En la presente comunicación, sobre un evento sobre el
que mucho se dirá y escribirá, intentamos compactar, condensar y actualizar,
los estudios, las comunicaciones y aun las vivencias que al respecto venimos
realizando desde 1972, aunque hayamos empezado a comunicarlas a partir de 1977.
Al comienzo
de la saga ferroviaria argentina, el país, luego de la batalla de Caseros,
había comenzado su plena inserción al
orden económico mundial, liderado por Gran Bretaña. El ferrocarril a
vapor como el barco a la misma propulsión eran las tecnologías de punta de ese
ordenamiento, complementado, por el telégrafo, aunque, por ese entonces no se
tenia una acabada conciencia de su importancia entre la población en general.
Congruente con el periodo de inestabilidad que va desde la batalla de Caseros
hasta la federalización de Buenos Aires, en 1880-precedida por los cruentos
combates en la ciudad de Buenos Aires- en dicho lapso de tiempo solo se
construyeron
Más desde
Si bien la
red alcanzo hacia mediados de los años 40, los
Resulta
relevante destacar, que el medio ferroviario, como su complemento la navegación
de cabotaje marítimo-fluvial, eran componentes del sistema económico liderado
por Inglaterra. A esos medios de transportes, se sumaban, los buques de ultramar,
los silos y elevadores de granos, los frigoríficos,
los bancos, las compañías de seguros y
reaseguros, las compañías de comercio exterior; las campañas de luz, gas, y
aguas corrientes y componentes afines.
Se importaban manufacturas inglesas y europeas y se exportaban frutos del país.
También durante el periodo inicial el carbón que traccionaba las locomotoras y
los barcos se importaba de Inglaterra. El listado
precedente, al que se puede adicionar otros componentes más puntuales y la
circunstancia que de hecho el ferrocarril monopolizaba el transporte terrestre
de mercaderías, correspondencias y personas, tornaba rentable la operación de
todo el conjunto y enjugaba, la poca rentabilidad del sistema ferroviario en
si.
En la etapa
inicial el Estado se hizo cargo del Ferrocarril Oeste, pero fue privatizado
hacia 1891.Cabe recordar que se trataba de un ferrocarril Provincial, pues
tanto el gobierno Nacional, como los gobiernos de provincia estaban autorizados
para construir u operar ferrocarriles.
Ya en 1891 se
sanciono la ley 2872, General de Ferrocarriles-aun vigente- de algún modo constituye el marco regulador
de la actividad.
Era la
época fundacional de los ferrocarriles, una época de mucha especulación, y de
aplicación de las reglas de mercado de competencia imperfecta no exentas de corruptelas. Así era común que
a algún “amigo” de Diputados o Senadores nacionales, le fuera otorgada por Ley Nacional o
Provincial, la concesión de una línea ferroviaria, y con esa concesión en su poder, se la vendiese a las compañías
inglesas, francesas o eventualmente de capitales argentinos, que eran los que
realmente construirían la línea.
Por sobre
esas conductas objetables, propias de la época, se desplegaba la actividad con
gran dinamismo. De todos modos los poderes públicos no se desentendían del tema
sino más bien lo contrario. Así en 1907 el Congreso Nacional sanciona la ley
que crea
Cabe agregar
que en 1908, se sancionó
A partir de
1914, la intensidad de expansión de la red fue decreciendo. En la practica de
iban completando ramales previamente autorizados, la parte protagonista iba
quedando a cargo del Estado, siendo el ultimo ramal habilitado de esta
dinámica, hacia 1943, el ramal Entre Villa del Rosario y Forrest .Con excepción del ferrocarril
industrial entre Río Turbio y Río Gallegos, inaugurado en 1951, aquel seria el
ultimo de gran extensión a inaugurar en Argentina.
Luego de la
finalización de
Un
testimonio valioso para el estudio de la parábola ferroviaria, lo constituye el
libro de Arturo Coleman “Mi vida de ferroviario Ingles en
Los
intereses ferroviarios particularmente ingleses, se dieron cuenta que debían
cambiar de estrategia, ante la emergencia de la industria automotriz
norteamericano y comenzaron las tratativas para hacer que el Estado
interviniera en el negocio, en una magnitud superior a lo que lo venia
haciendo. Además, hacia 1934 el Ferrocarril Sud, en función de la pérdida de
rentabilidad, decide la suspensión de la construcción de nuevos ramales
(algunos casi iniciados), como por ejemplo los ramales Dolores- Ajo, Necochea-
Pieres, y Choele - Choel / San Antonio Oeste. En el intento de neutralizar la
embestida caminero-automotriz, se sanciona, luego de dilaciones, en 1937,
En paralelo
a los eventos acaecidos a partir de 1930, fue creciendo una corriente de
opinión contraria a la influencia inglesa en
A partir de
A poco de
comenzado el gobierno constitucional, presidido por el General Perón,
comenzaron las tratativas respecto a los ferrocarriles. Existieron dos posturas
dentro del gobierno constitucional. Una, era constituir en el marco de la ley
de Sociedades de Economía Mixta, una sociedad con los intereses privados,
particularmente los ingleses, poseedores de la parte mas importante de la red;
la otra postura era la de hacerse cargo totalmente de la red Ferroviaria(Para
ese entonces el estado administraba el 32 % de la red).Aunque al principio
pareció imponerse la tesis de Miguel Miranda a la sazón Presidente del Banco
Central, en el sentido de constituir una sociedad de Economía Mixta, terminó
imponiéndose la tesitura del entonces Canciller Bramuglia. Apoyada por los
gremios ferroviarios, para que el Estado se hiciera cargo de la totalidad de la
red ferroviaria en manos de operadores privados. Contemplada esta operación
desde la perspectiva de la “inconvertibilidad de la libra esterlina”, mediante
la cual, las acreencias argentinas con Inglaterra, solo podían ser utilizadas
para transacciones con ese país, la opción por la compra total, fue mas
beneficiosa para los ingleses, que lo que lo hubiera sido lo propiciado por
Miranda. Así a fines de 1946, se tomo posesión de los ferrocarriles de
propiedad francés, en Marzo de 1948, se tomo posesión de los de propiedad británica
y al año siguiente, del Ferrocarril Central Buenos Aires, de capitales
argentinos. La planta de personal ferroviaria para esa fecha rondaba los
136.000 trabajadores.
Una vez
efectuada la toma de posesión del 68 % de la red ferroviaria en manos de concesionarios privados, y hasta el golpe de estado de
Septiembre de 1955,el gobierno adopto un conjunto de medidas de política
publica ferroviaria en un contexto mundial, donde se afianzaba la opinión que
los servicios públicos debían ser administrados directamente por el Estado(
este principio se consagro constitucionalmente en 1949) y con una cotización de
petróleo que se mantenía artificialmente a dos(2) dólares el barril. De esas
medidas se destacan: La inauguración del puente ferro carretero en Paso de los
Libres(1947); del ferrocarril por Haytiquina (1948) y del Ferrocarril a Santa
Cruz de
Sin embargo
estas políticas destinadas al ferrocarril, fueron acompañadas con la
persistencia del plan bidecenal de caminos, ya mencionado. Se propició la
importación masiva de camiones y de ómnibus. Se inauguró la industria
automotriz con la fabrica Autoar. Luego el Instituto Aerotécnico de Córdoba
comenzó a fabricar automóviles y utilitarios. Mercedes Benz
comenzó a montar taxis y camiones hacia 1952; y comenzó la radicación de la
industria automotriz norteamericana Kaiser. En 1954 al expirar el plan
bidecenal el Parlamento Nacional
sanciono un nuevo plan de autopistas. El traumático golpe de estado de
1955–cuando la planta de personal ferroviario había trepado a las
222.000(doscientos veintidós mil) personas - impide salvo contrafactuales,
vislumbrar como hubieran sido las cosas, si aquel evento no se hubiera
producido.
Pero fue
una señal que las cosas no irían bien para los ferrocarriles, la circunstancia
que la misma persona que había conducido la etapa inicial de la aplicación de
la ley 11.658, fuese designado por el Gobierno Provisional para ese mismo cargo
luego del golpe de estado de 1955 hasta el 1ero de mayo de 1958.
De todos
modos hasta esa fecha la dinámica y la estructura ferroviaria, aunque acusando el impacto de la competencia
generada por el complejo caminero- automotriz, permaneció intacta .Y esa
dinámica y esa estructura habían pasado a formar parte de la cultura argentina,
factor que soslayaron o directamente no tuvieron en cuenta los animadores del
mencionado complejo.
Se podría
arriesgar la hipótesis que hasta mayo de 1958, los ferrocarriles mantuvieron
una suerte de meseta del estado alcanzado a septiembre de 1955. Ello quizás
obedezca a que importantes sectores sindicales de los trabajadores ferroviarios
no fueron hostiles al gobierno de facto. Por supuesto que la afirmación es
relativa porque la incidencia del complejo caminero automotor-camino
pavimentado iniciada en la década del 30, solo se atenuó en el curso de
Mas el
periodo durante el cual Arturo Frondizi, la titularidad del poder ejecutivo
federal Argentino, marca un punto de inflexión descendente en la parábola
ferroviaria argentina, de la que no ha podido recuperarse al momento de
conmemorar los 150 años de dicha parábola. Le toco a esa Administración, la
entrada a pleno de
En el caso
de los tranvías, los últimos dejaron de circular en el verano de 1963. En forma
incipiente se fue desarticulando el sistema. Ello obedeció, a que convertido en
un componente de la cultura argentina, había muchos sectores que defendía a su
modo al medio ferroviario. Algunas defensas, atento posteriores eventos del acontecer argentino
resultan hasta paradójicas. Así el caso de los ingenieros del Ejército, que
defendían el medio como recurso estratégico. En el periodo de facto
autodenominado “Revolución Argentina”,el ferrocarril estuvo conducido desde
Junio de 1966 hasta mayo de 1972, por el General Juan Carlos de Marchi, cuya
gestión puede sintetizarse en que el grueso de las propuestas del plan Larkin,
quedaron en suspenso. Se sancionó una norma de política ferroviaria. Se
instauró un régimen de construcción de silos de cereal en los terrenos del ferrocarril a cambio de
usar el medio para transportarlo, y simbólicamente se logro que el puente
Zarate - Brazo Largo, fuera ferro automotor (Como luego se lograría lo mismo
con el puente sobre la represa de Salto Grande y el puente Posadas-
Encarnación. A mayo de 1973, al recuperarse las instituciones democráticas y
hasta marzo de 1976, se mantuvieron casi 42,
Como un
símbolo de la pendiente ferroviaria (muy similar a la operada en los Estados
Unidos), fue muy paradójico que el gobierno constitucional peronista, y en el
marco de un Pacto Social con trabajadores y empresarios, designara como
representante de los empresarios en el directorio de Ferrocarriles al titular
de
En el
autodenominado “Proceso de Reorganización Nacional”, en la etapa que fue
Ministro José Alfredo Martínez de Hoz (Marzo 1976- Marzo 1981) se puso en
marcha un “Plan Nacional de Transportes”, a cargo del Jorge Kogan y a través de
un conjunto de Decretos se efectivizo la clausura de los ramales, tal cual
habían sido propuestos en 1962, por el cuestionado Plan Larkin.
Cabe acotar
que a partir de 1973, con el sinceramiento del precio del barril de petróleo,
había comenzado la corriente de revalorización del ferrocarril. En el breve
interregno entre la salida de Martínez de Hoz y la guerra de Malvinas,
remanentes de la gestión realizada entre 1966 y 1973, intentaron capitalizar
esa nueva situación, pero todo quedó neutralizado. Y con ese grado de deterioro
el medio ferroviario, fue recibido por la recuperación de las instituciones
democráticas. Tras una impasse que mantuvo la situación heredada mas allá de
algunas acciones puntuales, fue en el marco de la ley 23.696 de Reforma del Estado,
de fines de 1989, que se terminó de consumar el esquema de la ley 11.658 y el
plan Larkin, ayudado involuntariamente por aquellas disposiciones de la ley
5315. Se decidió concesionar a empresas privadas el transporte de carga y los
servicios ferroviarios de pasajeros del Área metropolitana(a los que se les
otorgaría subsidios estatales); así como la desactivación de los pocos
servicios de pasajeros interurbanos que subsistían. El encargado de implementar
estas medidas, que dejaron sin empleo a más de cien mil trabajadores, fue aquel
Jorge Kogan, del Plan Nacional de Transporte, ya mencionado. Atento nadie se
hacia cargo de la extensa red de trocha angosta, esta fue entregada a uno de
los gremios ferroviarios, y su gestión ha sido objeto de fuertes cuestionamientos.
Ya en un contexto mundial de “redescubrimiento” de las ventajas ferroviarias
frente al automotor, y dado que en la misma época se concesionaron las rutas
pavimentadas de mayor densidad de trafico, en la intención de terminar el
llamado “fraude vial”, se estimó que habría una situación de competencia entre
los ferrocarriles de carga en manos de concesionarios privados y las rutas en
que ahora se pagaba peaje a los respectivos concesionarios. A la fecha no hay
investigaciones concluyentes sobre el particular, más si se aprecia que el ente
regulador de las concesiones ferroviarias y
Debe
consignarse que atento a las demandas de la población en general algunas
provincias tomaron a su cargo servicios de pasajeros entre las que se estacan
los intentos de los gobiernos de las provincias de Buenos Aires, Río Negro y del Chaco. Aunque el trasporte ferroviario
de pasajeros interurbanos, fue neutralizado por el hecho de que los
concesionarios privados tenían la facultad de fijar los cánones de circulación
de dichos tráficos.
No sabemos
cual es el adjetivo mas descriptivo pero cabe consignar que el funcionario
Jorge Kogan, que tanto tiene que ver con la parábola descendente de los
ferrocarriles argentinos, fue el Secretario de Transportes durante
El
transcurso del tiempo ayuda a decantar subjetividades, cuando se realizan
desarrollos ideográficos, pero surgen inconvenientes cuando el desarrollo se
acerca a los tiempos presentes, mas sesgados por la lucha permanente por el
poder. Con las reservas del caso, ello no impide realizar algunas apreciaciones
sobre el estado actual de la cuestión en Argentina, teniendo en cuenta que
desde el inicio de la actual gestión del Poder ejecutivo Nacional en Mayo de
2003, con fecha de finalización en diciembre del año en curso, se ha
caracterizado por un substancial cambio en la política del sector enmarcada en
una revisión de las políticas publicas en materia de economía, obras y
servicios públicos, que se habían desplegado entre julio de 1989 y Enero de
2002.Hay muchos testimonios de ese cambio de dirección, signado por una
recuperación de la intervención gubernamental, que había sido desandado en el
periodo precedente comentado. Quizás sea emblemática, el área del transporte
interurbano de pasajeros, donde se han rehabilitado servicios, mejorado la
calidad de los mismos y efectuada una significativa adquisición de
material rodante de origen portugués, aprovechando la circunstancia que la red
ferroviaria de ese país, ha debido cambiar de trocha acorde lo establecido por
No obstante
consignar los eventos del quehacer ferroviario actual, se siguen construyendo y
manteniendo la red de caminos pavimentados, que han completado la traza
establecida en 1932 y se siguen considerando como deseables las producciones de
automotores. Circulan en la actualidad por las carreteras argentinas alrededor
de ocho (8) millones de vehículos impulsados por motores de combustión interna
alimentados por hidrocarburos.
Las
hipótesis del cambio climático global, y la de un petrocolapso, subsumida por
las proyecciones de la hipótesis enunciada en primer termino, sugieren un cambio que comporta minimizar lo mas
aceleradamente posibles al parque automotor en circulación con sus secuelas de
despilfarro de carburantes, contaminación y accidentes de transito( que cuestan
anualmente alrededor de 1,75 % del Producto bruto interno argentino).
Esos
cambios dan un rol importante al medio ferro-tranviario, aun en el estado que
ha quedado a lo largo de un proceso que lleva alrededor de ocho décadas. Así
como el ferrocarril se ha decantado en un componente de la cultura argentina,
que es el que permite entender la resistencia comunitaria para que quede parte
de la red sin levantar, también el complejo caminero automotriz ha decantado
intereses creados que se pueden columbrar en la magnitud del parque automotor
circulante.
Las
disciplinas prospectivas han ido demostrando su vulnerabilidad, por ello, en el
final de esta comunicación, creemos visualizar que en el marco del cambio
climático global y el petrocolapso, que ya comienza a hacerse sentir en
Buenos
Aires, 23 de agosto de 2007